viernes, febrero 23, 2007

Estado y Ciudadanos

En las tribus primitivas, se nombraba un jefe, generalmente el mejor guerrero, con la responsabilidad de conducir la defensa de la tribu, en la que jugaban su vida todos los que portaban armas. Escuchaba el consejo de los mayores. El crecimiento poblacional determinó que el jefe fuera ampliando sus funciones, para dirimir los conflictos entre sus miembros y atender las urgencias de la población, en un proceso de miles de años.
El jefe se convirtió en el gobernante, con derecho a decidir sobre los bienes de las personas, su vida y la de su familia. Aparecieron los faraones, los sátrapas, los emperadores y monarcas absolutos, los príncipes, los zares y los dictadores constitucionales o de facto, que tienen denominadores comunes: el maltrato de los ciudadanos, la defensa de su poder absoluto, la organización de una burocracia servil e ineficiente, la corrupción y el desprecio de las leyes y cultura ciudadana. Se propaga el proceso con la expansión de los Estados en el siglo XIX y llega hasta el siglo XXI.
La historia del ser humano es la lucha por su libertad individual para alcanzar los objetivos que lo impulsan en la vida. Conseguirla requiere enfrentar a los gobernantes que se lo impiden.

23/2/07

Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

N.B.: Se autoriza su difusión.

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