viernes, julio 21, 2006

Los Politicos

Todos los seres humanos son egocéntricos, destacando y defendiendo su propia personalidad. Esta característica ancestral sobreviene de la necesidad originaria de defensa de la vida. Cuando desarrollan su cerebro, otras motivaciones impulsan su egocentrismo: sus mayores necesidades, ser reconocido por sus méritos y la ambición de ascender en su medio ambiente, lo que le requiere adquirir poder en la sociedad en que vive.
Los que se dedican a la política tienen esas mismas características, pero con una diferencia sustancial con los que no lo hacen. El hombre común está siempre limitado por el egocentrismo de aquellos con los que convive. Pero el político, cuando llega al poder, invocando el mandato que recibió de la ciudadanía o la necesidad urgente de resolver problemas, no tiene limitaciones para su accionar. Maquiavelo describió el método, sin controles morales, para enseñanza de los gobernantes.
En Argentina, la falta de limitaciones institucionales al poder, degeneró a los niveles actuales de delincuencia e ineficiencia, y se sigue avanzando en otorgar poderes sin control. Un gobierno sin limitaciones es cualquier cosa menos una democracia.

21/7/2006
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

N.B.: se autoriza su difusión.

Si no desea recibir nuestros epigramas, haga click aquí.

miércoles, julio 19, 2006

Usurpadores y Dictadores

En 2001, el entonces partido peronista, con la complicidad del conductor del partido radical, le usurparon el poder al Presidente De la Rua, hombre honrado, atribuyéndole ineficacia en su desempeño. Se designó Presidente a Rodríguez Saa, que decretó no pagar la deuda externa, y en siete días le usurparon el poder. Se designó Presidente a Duhalde, que produjo la destructora devaluación del peso, y no pudiendo sostenerse en el poder llamó a elecciones. Su candidato Kirchner, desconocido por el país, salió segundo, pero se hizo del poder con la renuncia de Menen ante el fantasma del abrumador poder de la maquinaria electoral, alimentada con dinero del Estado Nacional, prebendas, corrupción y compra de votos.
En 2005, la maquinaria electoral se puso a funcionar desvergonzadamente a pleno y los excesos cometidos fueron difundidos por diarios, radio y televisión, en el país y en el exterior. Fue un escándalo público de usurpación del poder por el grupo político encaramado en el Gobierno. El usurpador para seguir en el poder tiene que ser, duro en los hechos, usar resquicios legales, crear enemigos, y provocar enfrentamientos en la sociedad. ¿Es un gobierno dictatorial?
Es imperioso cambiar la ley electoral y enmendar el régimen presidencial.

19/7/2006

Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar
http://segundarepublica.blogspot.com

N.B.: se autoriza su difusión

lunes, julio 17, 2006

Presidencialismo

La expresión “el Rey reina pero no gobierna” estructuró una forma de organización en los gobiernos monárquicos, en la que las responsabilidades de conducción del país son transferidas a un funcionario ejecutivo propuesto por el Parlamento. El sistema está funcionando y acaba con el absolutismo real.
En las repúblicas, está creciendo el número de países en los que “el Presidente preside pero no gobierna” y también gobierna un funcionario ejecutivo designado por el Parlamento. Es la estructura que acaba con el absolutismo presidencial.
En las repúblicas en las que el Presidente tiene la responsabilidad de gobernar, se percibe la tendencia al absolutismo presidencial, siendo Latinoamérica y lamentablemente Argentina ejemplos de retorno al absolutismo.
El tema no es ideológico ni académico; es político, de diseño de la estructura del gobierno para impedir el absolutismo del Presidente.
Argentina tiene una larga historia de gobiernos absolutos, antes de la Constitución y durante su vigencia, conformando una cultura política antidemocrática. Para defender la libertad y la democracia, debe enmendarse la Constitución.

17/7/2006
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar
http://segundarepublica.blogspot.com

N.B.: Se autoriza su difusión.