viernes, agosto 14, 2009

POLÍTICA NACIONAL URGENTE

Argentina vive en el infierno de decenas de miles de problemas no resueltos que la destrozan, desde los muy graves como la pobreza, indigencia, salud, educación, hasta los menores, como arreglar los baches de las calles.
Se pretende superarlos con las falsas promesas de las llamadas Políticas de Estado para mejorar la vida de los argentinos, que son coyunturales y tienen vida mientras dura el gobierno de turno que las impulsa. La ciudadanía no sabe que son, que mejoras producirán y si no se concretan, las ignora.
En un país con espíritu democrático como el nuestro, quien debe definir las Políticas Nacionales debe ser el pueblo, que debe defenderlas y saber que ver los frutos requerirá tiempo y esfuerzo. Hay que concienciar al soberano.
La Política Nacional urgente es terminar con la pobreza, que es un tema económico sin ideología. El soberano debe ser informado que solo se logrará multiplicando nuestras exportaciones y que para poder hacerlo se requiere la inversión privada para aumentar la producción de bienes y servicios.
Es la primera Política Nacional a implantar. Si no se pone en ejecución, la pobreza seguirá y no se solucionarán los otros graves problemas.
Hasta tanto el soberano comprenda la trascendencia social, cultural y económica de esa Política Nacional, seguiremos en el desorden político, institucional y con crecientes tensiones sociales.

14/08/09

Dr. Marcelo Castro Corbat

segundarepublica@fibertel.com.ar
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miércoles, agosto 12, 2009

Desintegración institucional

Recientemente, un centro de estudios que analiza la evolución de Latinoamérica, destacó “la desintegración y la ausencia institucional de la región”. Es una realidad y hay que indagar su origen y su solución.
Latinoamérica es un mosaico de países dirigidos:- por caudillos absolutos que se apoderan del poder y buscan eternizarse con el nombre de Presidentes constitucionales;- por Presidentes que aspiran a formar parte del grupo anterior;- por Presidentes fuertes con un razonable respeto por las instituciones;- y, por Presidentes que respetan el orden institucional.
Los países que han mejorado su comportamiento institucional, hace poco sufrieron también excesos de alguno de sus Presidentes, lo que lleva a pensar que el presidencialismo latinoamericano, que es una errada imitación del sistema presidencial de Estados Unidos, lleva en si mismo el germen de la desintegración institucional.
Hemos implantado el Presidencialismo fuerte, que desliza hacia el absolutismo del siglo XVII, genera la corrupción absoluta, y el cambio de Presidente es institucionalmente complejo y políticamente imposible.
Esos extremos se dan gravemente en la Argentina del 2009, que repite el presidencialismo matrimonial. En el parlamentarismo, el Jefe de Gobierno sin idoneidad, es remplazado sin desintegración institucional.

12/08/09

Dr. Marcelo Castro Corbat

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lunes, agosto 10, 2009

El Estado, patrimonio de los corruptos

El Estado existe para salvaguardar la Nación y sus valores culturales, armonizar los inevitables conflictos sociales y asegurar a la población los beneficios de su libertad y creatividad, que son las bases del progreso y bienestar general.
En Argentina esos objetivos no se dan. El Estado está convertido en el botín de políticos en el poder, de la dirigencia corporativa sindical que los apoya, de los asociados a funcionarios y de sus testaferros. Ignoran y alteran las funciones del Estado declamando la infamia que todo es “en defensa del pueblo”. Nadie es mas mentiroso que un político en campaña electoral, dijo un ex Presidente. Han transformado al Estado en una estructura amorfa, enferma, penetrada de corrupción e incontrolable. Se requerirán décadas para ordenarlo y que pueda cumplir los objetivos indelegables para los que fue creado.
Los políticos que prometen resolver los problemas sociales desde el Estado, llevan al país a una nueva frustración y ellos serán otro fracaso. Lo que deben hacer es dar libertad a la ciudadanía para que en un proceso de no menos de dos décadas, el país se afiance en la senda de la prosperidad, mientras se reestructura el Estado para que responda a sus obligaciones.
Argentina sigue en decadencia y ningún político circunstancial la revertirá. El daño ha sido profundo y es una tarea de más de una generación.

10.08.09

Dr. Marcelo Castro Corbat

segundarepublica@fibertel.com.ar
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