jueves, mayo 05, 2005

Alianzas o Mistica

Nuestro país atraviesa un período político de desquicio, donde el gobierno y la oposición no luchan defendiendo programas para el bienestar general sino para conseguir parte del poder. Los argentinos necesitamos:
a) Eliminar la pobreza, la desocupación, y aumentar salarios, alcanzable con un fuerte proceso de inversión privada, disminuyendo impuestos.
b) Erradicar la corrupción con activa participación del pueblo.
c) Que la ciudadanía pueda controlar a sus representantes.
d) Respetar los derechos, libertades, esfuerzo y creatividad del ser humano.
e) Enmendar la Constitución para impedir que continúe la decadencia del pueblo argentino.
Son inútiles las alianzas con dirigentes que priorizan objetivos electorales personales y de poder.
Recuperar el país de su proceso de decadencia, requiere metas claras y estar infundidos de la mística de servicio al país y a su pueblo. Solo podrán conseguir la prosperidad nacional los que tengan esa mística. Nada se puede esperar de los otros.

5/5/2005
Dr. Marcelo J. Castro Corbat.
segundarepublica@fibertel.com.ar

Centro Segunda Republica- 4815-8584

Alianzas o Mistica



Nuestro país atraviesa un período político de desquicio, donde el gobierno y la oposición no luchan defendiendo programas para el bienestar general sino para conseguir parte del poder. Los argentinos necesitamos:
a) Eliminar la pobreza, la desocupación, y aumentar salarios, alcanzable con un fuerte proceso de inversión privada, disminuyendo impuestos.
b) Erradicar la corrupción con activa participación del pueblo.
c) Que la ciudadanía pueda controlar a sus representantes.
d) Respetar los derechos, libertades, esfuerzo y creatividad del ser humano.
e) Enmendar la Constitución para impedir que continúe la decadencia del pueblo argentino.
Son inútiles las alianzas con dirigentes que priorizan objetivos electorales personales y de poder.
Recuperar el país de su proceso de decadencia, requiere metas claras y estar infundidos de la mística de servicio al país y a su pueblo. Solo podrán conseguir la prosperidad nacional los que tengan esa mística. Nada se puede esperar de los otros.

5/5/2005
Dr. Marcelo J. Castro Corbat.
segundarepublica@fibertel.com.ar

Centro Segunda Republica- 4815-8584

Dimension Espiritual


El ser humano es egocéntrico, necesitando que se lo valore, respete, amar y ser amado. Su búsqueda ansiosa es alcanzar su ideal personal, a lo que dedica su vida. Responder a los ideales de todos es imposible por razones humanas y de contexto, creando una insatisfacción en el cuerpo social, que genera los cambios permanentes e inevitables en la sociedad. Entran en el tema social, políticos que ofrecen soluciones con matices de populismo, socialismo y estatismo, centradas en promesas de mejoras materiales. No las cumplen, pero son impactantes en países empobrecidos, de lo que surgió el pensamiento de la interdependencia entre economía, política y sociedad.
En el hombre existe una dimensión espiritual, innata e indestructible, y por ese espacio espiritual, el ser humano llega a entregar su vida. En las sociedades materialmente más ricas, la dimensión espiritual reaparece con fuerza. El materialismo económico ignora la íntima naturaleza creativa y valorativa del hombre, y ésta le genera el compromiso de atender a las necesidades y urgencias materiales del ser humano.
La dimensión espiritual fija la política social. Debe apreciarse y respetar esa dimensión para que el hombre siga luchando por sus ideales y por mejorar la sociedad.

3/5/2005
Dr. Marcelo J. Castro Corbat.
Centro Segunda Republica
segundarepublica@fibertel.com.ar
Tel.: (00 54 11) 4.815-8584

domingo, mayo 01, 2005

Desequilibrio Emocional

Ningún país puede ser gobernado por una persona que sufra inestabilidad anímica. Esa persona no realizará acciones de bien público, sino reacciones contra todos los que lo contradicen. El ser humano está en permanente conflicto por sus crecientes necesidades e insatisfacciones, que se expresan en disensos con el gobernante, y si este no las comprende, reacciona atacándolos. El ataque habitualmente lo fundamenta en la maldad de algunos en perjuicio del pueblo, creando un enfrentamiento que va en contra de la armonía social y de la cooperación para la prosperidad.
El presidente es un ideólogo con inestabilidad emocional. No se ha actualizado en el avance social y científico, que ha cambiado la organización de la sociedad en todo el mundo, para la prosperidad de los pueblos.
La combinación de ideologías violentas e inesperadas reacciones, (Iván el Terrible, Robespiere) genera graves problemas de gobernabilidad y estabilidad institucional. El tema no se superará con circunstanciales pactos políticos, dádivas o compra de votos para ganar próximas elecciones. Parece imposible esperar un cambio.
Hay que combatir la irracionalidad y exigir la cordura.

19/4/2005
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
Segundarepublica@fibertel.com.ar

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