viernes, noviembre 21, 2008

Afrontar la crisis

En la crisis de 1930, las ideas de Keynes guiaron a políticos y economistas. El pensamiento era combatir la desocupación y que el Estado debía crear puestos de trabajo sin temor al déficit estatal.
Franklin Roosevelt siguió la receta con grandes obras públicas y el New Deal, que inició el Estado de Bienestar Social. La crisis no se superó hasta que Estados Unidos entró en la guerra y se concentró en producir tanques, aviones y acorazados. Adolf Hitler superó la crisis construyendo autopistas estratégicas e impulsando las industrias de producción de armamentos.
En la crisis de 2008, la tendencia es resolver puntualmente los problemas de los sectores mas afectados y fortificar el mercado de producción y de consumo, con baja de impuestos y apoyo financiero del Estado.
En Argentina el Gobierno propone un plan de obras públicas, pintado a las corridas, improductivo, costoso, penetrado de corrupción y sin capacidad para ejecutarlo. Es quedarse en el pasado, ignorando que al país le urge incrementar la producción, absorber los desocupados, mejorar los salarios y cubrir las necesidades sociales de educación, salud, vivienda, etc. En vez de malgastar miles de millones de pesos, deben disminuirse los impuestos que impiden la inversión privada productiva y social, que es la que sabe dónde, cuándo y cómo hay que invertir, y además lo puede hacer con celeridad.

21/11/08

Dr. Marcelo Casrçtro Corbat
N.B: Si coincide con el mensaje, debe transmitirlo a la ciudadanía.
Siempre nos interesa su opinión

miércoles, noviembre 19, 2008

Cultura colonial del gobierno

Los dos grandes imperios europeos de los siglos XVI al XIX fueron el español y el inglés en los que “no se ponía el sol”. La estructura política de ambos eran inversas y la diferencia conformó culturas cívicas y sociales en las colonias que perduran en el siglo XXI.
El absolutismo de España se trasladó a las colonias hispanoamericanas que, después de la independencia, crearon repúblicas presidencialistas vulnerables al absolutismo. La evolución política de nuestros países es una sucesión de quiebres institucionales, enfrentamientos sociales y abusos de poder. En Inglaterra, el gobernante era designado por el Parlamento, elegido y controlado por los ciudadanos; sus colonias cuando se independizaron adoptaron ese sistema de límites al gobernante, lo que permitió a los nuevos países una evolución política ordenada.
España en el siglo XX terminó con el absolutismo, pero Hispanoamérica lo mantiene con la ficción constitucional del presidencialismo fuerte, causa de nuestros desquicios.
Nuestros desórdenes políticos y revoluciones se originan en la presencia de presidentes autócratas que violentan las libertades de los ciudadanos, se aferran al poder, producen luchas fratricidas, impiden el progreso y mantienen en la pobreza al pueblo. El sistema presidencial debe descartarse.

19/11/2008

Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar


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martes, noviembre 18, 2008

Inversión e impuestos

Con las cifras publicadas por la AFIP, puede estimarse que en el año 2008, la recaudación por el impuesto a las Ganancias llegará a 53.000 millones de pesos y que por los impuestos a los Bienes Personales, a la Ganancia Mínima Presunta y el Monotributo se recaudarán 6.000 millones. La suma de estos impuestos totaliza 59.000 millones de pesos de impuestos equivalentes a 17.800 millones de dólares en el año.
Esos impuestos paralizan la inversión privada, impiden el mejoramiento de los sueldos y generan fuga de capitales. Es un sarcasmo que la Presidenta inaugure establecimientos cuya inversión no llega a un millón de dólares, declamando que se está construyendo “la Argentina productiva”.
Debe penetrar en la cultura ciudadana que sin inversión en los sectores privados, ampliando actividades con aumentos salariales y en educación, salud, alimentación y vivienda, no se puede superar la pobreza de millones de argentinos. Como nuestro Estado enfermo no lo puede hacer, la única alternativa es que lo haga el sector privado.
Para hacerlo debe disponerse que las inversiones que realice el sector privado con esos objetivos, sean considerados pagos a cuenta de los impuestos detallados en el primer párrafo.
Sin inversión no es posible la paz social ni construir el futuro nacional.

18/11/2008

Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

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