viernes, junio 11, 2010

CORRUPCIÓN Y DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO

La corrupción es un delito de robo a la sociedad. Siempre existió y existirá, porque siempre habrá malhechores. En Argentina, se ha introducido una cultura de corrupción pública, que es aceptada por la población como un mal menor, si el corrupto hace algo vinculado con necesidades sociales. Esa cultura destroza la sociedad e impide su prosperidad. Al corrupto sólo le preocupa su beneficio personal, no el bienestar de la población.
Muchos argentinos con su esfuerzo, capacidad y creatividad han mejorado su nivel de vida o son ricos, y se los culpa de ser los causantes de la pobreza y la desigual distribución del ingreso. La mayoría de los políticos, gremialistas y grupos religiosos lo proclaman, con lo que generan enfrentamientos sociales y desorientan a la población sobre el origen de la desigualdad, que es el estancamiento económico producto de la corrupción.
La pervertida administración pública sepulta cerca de cien mil millones de pesos anuales con: coimas, sobreprecios en obras, contrataciones dolosas, obras postergables, empresas deficitarias, subsidios, dilapidación, clientelismo, y servicios ineficientes. Ese monto es restado a la producción, la inversión nacional y los salarios; lo paga el pueblo y es el origen de la desigual distribución del ingreso. La corrupción no es gratis.
El pueblo argentino debe analizar los perjuicios y exigir erradicarla.

11/06/10

Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

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miércoles, junio 09, 2010

LA SEGUNDA VUELTA ELECTORAL

El espectro político argentino está compuesto:- a) por una minoría, (25%) férreamente organizada y comandada, que tiene todos los resortes del poder del Estado sin restricciones éticas para su uso;- b) por una mayoría ciudadana (75%) desarticulada en distintos grupos partidarios, que tienen disidencias entre ellos, conceptuales, programáticas o por sus líderes. El combate lo gana la minoría organizada sobre la mayoría desconcertada.
La Constitución dispone que en la segunda vuelta los candidatos presidenciables que obtengan el 40% de los votos, si sus oponentes obtienen menos del 30%, los primeros son proclamados presidente y vice. Para la próxima elección presidencial, la ciudadanía ve posible que la minoría gobernante, con una fuerte campaña populista sin reparar en los medios, alcance el 40%, y que ninguno de los opositores de la desperdigada minoría llegue al 30%. Son las duras reglas de juego, y electoralmente es posible.
La Constitución debe disponer que será Presidente quien obtenga más de la mitad de los votos. Es inaceptable que minorías usurpen el poder, lo que genera crisis políticas, la paralización del país y la pobreza.
También, los Representantes al Congreso, deben ser elegidos por más del 50% de los votos, para evitar los contubernios políticos y que el pueblo sepa a quien vota. El costo de la segunda vuelta es menor que el de la crisis.

08/06/10
Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

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