viernes, febrero 08, 2008

Hombre, sociedad y libertad

La sociedad aparece con el agrupamiento de los seres humanos, todos diferentes, con distintos objetivos de vida, con supremas virtudes y lamentables defectos. Cuando políticos o ideólogos hablan de sociedad y de lo social, a menudo priorizan la importancia de estos conceptos sobre lo fundamental, que es el ser humano.
Esas virtudes, de esfuerzo creativo, de progreso material, intelectual y moral, de compromiso familiar, de respeto al prójimo, y de convivencia social, solo pueden florecer en libertad. El lento proceso de civilización cultural, va mitigando los defectos humanos, pero siempre existió y existirá una minoría dominada por perversiones mentales y de conductas que pretende violentar la vida del hombre y convertirlo en un dependiente del que detenta el poder.
La existencia de esa minoría, no puede justificar que se limite indiscriminadamente la libertad de los seres humanos. En la sociedad del siglo XXI, seguirá la lucha por la libertad individual, enfrentada con los abusos y corrupción de autócratas y poderosos.
Es una larga lucha, por la cultura de defender la libertad del hombre para que alcance sus objetivos de vida y espirituales, reconociendo y fortaleciendo sus virtudes. Todavía es una tarea que llevará décadas o siglos.

08/02/2008

Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepública@fibertel.com.ar

N.B.: Se autoriza su difusión

miércoles, febrero 06, 2008

Indigencia y pobreza infantil

Se ven a diario niños y niñas pidiendo limosnas en las calles y en las esquinas a los automovilistas. Es solo la punta del témpano, porque lo profundo de la pobreza está en las villas de emergencia, con cientos de miles de personas en la miseria y en los millones que viven por debajo del nivel de pobreza. Los chicos en esas condiciones se educan en la violencia, el delito, la prostitución como medio de vida y con embarazos y abortos de chicas en la pubertad. No van a la escuela, son desnutridos, carecen de asistencia sanitaria y terminan siendo ineptos para incorporarse a la sociedad. Así estamos formando nuevos ciudadanos. Los padres no pueden superar las carencias, han perdido autoridad y siguen generando hijos. El cuadro es aterrador y perverso.
Esperar que políticos o funcionarios de un Estado penetrado de corrupción e incapaz de organizar una oficina pública o un hospital, puedan resolver esta infame inequidad, es vivir en las nubes. Los funcionarios priorizan intereses personales sobre sus deberes. Tampoco se resolverá con la caridad, digna de elogio, pero que es solo un atenuante. El problema de fondo es que los padres accedan a trabajos con salarios arriba del nivel de pobreza.
Solo la empresa privada puede hacerlo, invirtiendo para generar oportunidades de trabajo. Para ello, deben eliminarse los impuestos que impiden la capitalización de las empresas y su inversión.

6/2/2008

Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

N.B.: Se autoriza su difusión.

lunes, febrero 04, 2008

Argentina sin sistema político

Vivimos un caos político que debemos superar.
Los que gobiernan, no son dirigentes con convicciones políticas, son un rejunte amorfo de punteros sometidos. Cohabitan en el poder, radicales y peronistas que se maldecían, terroristas y peronistas que se mataban, derechistas e izquierdistas que son incompatibles, liberales y populistas que son irreconciliables, y kirchneristas viejos y nuevos que se desconfían. Muestran coincidir en los beneficios de la corrupción y la deslealtad. Kirchner, desconfiando de todos, designo a Cristina para sucederlo, como hizo Perón con Isabelita. Nadie conoce el pensamiento político de los que gobiernan, que siguen creando un enfrentamiento maligno entre argentinos.
La oposición es un amontonamiento de partidos, que por su dispersión de ideas o dirigentes está asfaltando el camino político de los gobernantes. El pluripartidismo constitucional es un infierno. El sistema debe sustentarse básicamente en dos corrientes mayoritarias de pensamiento, generalmente expresadas como derecha e izquierda. Algunos indicios están apareciendo.
La renaciente derecha tiene la responsabilidad de entrar en la contienda, emulando a sus similares de Alemania, Francia, España, Inglaterra, Japón, etc., que tan grandes servicios prestan a los pueblos de sus países. La expansión de la derecha hará reaparecer la izquierda democrática.

04/02/2008
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

N.B.: Se autoriza su difusión