Para su desarrollo, el árbol requiere que la savia que lo alimenta tenga agua y nutrientes, y para ello necesita crecer en terreno fértil y ambiente propicio. Si no lo tiene, crecerá raquítico o morirá.
El ser humano tiene los mismos requerimientos para crecer, pero aumentados por las adicionales necesidades que hacen a su integridad de vida.
Si no los tiene, crecerá raquítico y vegetará.
En nuestro país, el 40% de la población no cubre sus requerimientos para crecer, alimentos y agua potable, lo que los invalida para su vida futura. Una porción mayor, no cubre sus necesidades adicionales de educación, salud, habitación y medio ambiente, lo que los incapacita para la fuerte competencia por la vida y la esperanza de realizarse utilizando sus naturales dotes. Crecen raquíticos.
¿Cómo puede pretenderse que el país se ordene socialmente, con la mitad de su población con deficiencias?
La responsabilidad de los que nos angustiamos por el estancamiento social y nacional es luchar sin excusas en revertir el deterioro del ser humano, nuestros compatriotas. Sabemos que los gobernantes no lo permitirán, porque ello convertiría a sus vasallos en ciudadanos defensores de sus derechos.
28/9/2006
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
jueves, septiembre 28, 2006
martes, septiembre 26, 2006
Trabajo esclavo - III
TRABAJO ESCLAVO – III
Nuestro país, tiene la Ley de Contrato de Trabajo y una frondosa legislación laboral, con lo que se ha pretendido defender a los trabajadores. Es un sistema regimentado, rígido e invasor.
La crisis nacional provocada por el gobierno en el año 2002, que aún continúa, puso al descubierto que las leyes laborales no protegen del deterioro de las condiciones, salarios y estabilidad de los trabajadores. La doble indemnización por despido no sirvió para evitar los despidos y el aumento trágico de la desocupación. Sin riqueza no valen las leyes laborales.
Apareció el trabajo “en negro” en todas sus variantes, para evitar los impuestos al trabajo y la legislación laboral, mecanismos usados por el sector privado y por el mayor empleador del país, el Estado, como lo denunció la AFIP.
El trabajador registrado recibe en mano el 50% del costo total de su remuneración. La crisis, y la legislación laboral, produjeron la desocupación, indigencia, trabajo esclavo, empobrecimiento y pordioseros durmiendo en las calles. La legislación laboral debe flexibilizarse.
Los trabajadores mejorarán si hay riqueza; para producirla se requiere aumentar la inversión privada, lo que solo es posible eliminando los impuestos que impiden la formación y acumulación de capital.
26/9/2006
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar
Nuestro país, tiene la Ley de Contrato de Trabajo y una frondosa legislación laboral, con lo que se ha pretendido defender a los trabajadores. Es un sistema regimentado, rígido e invasor.
La crisis nacional provocada por el gobierno en el año 2002, que aún continúa, puso al descubierto que las leyes laborales no protegen del deterioro de las condiciones, salarios y estabilidad de los trabajadores. La doble indemnización por despido no sirvió para evitar los despidos y el aumento trágico de la desocupación. Sin riqueza no valen las leyes laborales.
Apareció el trabajo “en negro” en todas sus variantes, para evitar los impuestos al trabajo y la legislación laboral, mecanismos usados por el sector privado y por el mayor empleador del país, el Estado, como lo denunció la AFIP.
El trabajador registrado recibe en mano el 50% del costo total de su remuneración. La crisis, y la legislación laboral, produjeron la desocupación, indigencia, trabajo esclavo, empobrecimiento y pordioseros durmiendo en las calles. La legislación laboral debe flexibilizarse.
Los trabajadores mejorarán si hay riqueza; para producirla se requiere aumentar la inversión privada, lo que solo es posible eliminando los impuestos que impiden la formación y acumulación de capital.
26/9/2006
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar
Suscribirse a:
Entradas (Atom)