jueves, agosto 25, 2005

Justicia Social

El peronismo, hoy designado justicialismo o con otros nombres, ofreció a la ciudadanía la justicia social distribuida por el Estado, cuya prédica funesta ilusionó al electorado. Los gobiernos posteriores a Perón, salvo cortos períodos, fueron populistas, estatizantes o socializantes, intentando ser más peronistas que Perón, lo que sigue repitiéndose. Como era inevitable, la justicia social quedó arrastrándose en el barro de la miseria e indigencia, sumada al desenfreno de la corrupción política.
Argentina y parte de sus habitantes han sido pervertidos por el mensaje que la prosperidad puede alcanzarse sin esfuerzo, que el Estado es un juez justo que cuida por todos, que impide que malvados esclavicen a pobres, que todos tienen derechos pero sin responsabilidades, que la corrupción es natural al ser humano, que la educación y los valores culturales están en segundo rango social, que las inmensas riquezas del país alcanzan para todos, pero están mal distribuidas. Todo, obra de ilusos y tecnócratas, en escritorios colmados de papeles irreales, que consideran torpes a los ciudadanos.
La lucha política a enfrentar es terminar con la violación del derecho humano a progresar, a elevarse culturalmente y a insertarse en el avance mundial de la sociedad.

25/8/2005
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

Centro Segunda Republica
Tel.: 4815-8584

martes, agosto 23, 2005

Moncloa

Hay políticos y politólogos que ante el estancamiento y decadencia de nuestro país, proponen que se debería seguir el ejemplo de España cuando se llegó a los pactos de la Moncloa, que le dieron estabilidad institucional y política a la transición del gobierno del General Franco a la monarquía constitucional. La diferencia con nuestro país es abismal. España llevaba 25 años de desarrollo económico con disminución de la pobreza, y Argentina lleva 60 años de estancamiento, aumentando la pobreza; en España había dos corrientes de opinión, izquierda y derecha que pensaban en el futuro, y en Argentina hay una corriente, populista, izquierdista, maquiavélica y corrupta, que piensa en el pasado, y desapareció la derecha como alternancia política y social.
Hasta tanto la derecha reaparezca como intachable defensora del pueblo y de nuestra Nación, no puede haber ningún pacto, y si reaparece, no será necesario ningún pacto, porque ganará las elecciones. El país lo espera.
Trágicamente, la derecha no demostró creer en la sensatez del pueblo por lo que cayó en los mecanismos y procedimientos de sus reales enemigos. Olvidó que todos somos orgullosos descendientes de austeros, esforzados y trabajadores inmigrantes.

23/8/2005
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

Centro Segunda Republica
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