viernes, febrero 23, 2007

Estado y Ciudadanos

En las tribus primitivas, se nombraba un jefe, generalmente el mejor guerrero, con la responsabilidad de conducir la defensa de la tribu, en la que jugaban su vida todos los que portaban armas. Escuchaba el consejo de los mayores. El crecimiento poblacional determinó que el jefe fuera ampliando sus funciones, para dirimir los conflictos entre sus miembros y atender las urgencias de la población, en un proceso de miles de años.
El jefe se convirtió en el gobernante, con derecho a decidir sobre los bienes de las personas, su vida y la de su familia. Aparecieron los faraones, los sátrapas, los emperadores y monarcas absolutos, los príncipes, los zares y los dictadores constitucionales o de facto, que tienen denominadores comunes: el maltrato de los ciudadanos, la defensa de su poder absoluto, la organización de una burocracia servil e ineficiente, la corrupción y el desprecio de las leyes y cultura ciudadana. Se propaga el proceso con la expansión de los Estados en el siglo XIX y llega hasta el siglo XXI.
La historia del ser humano es la lucha por su libertad individual para alcanzar los objetivos que lo impulsan en la vida. Conseguirla requiere enfrentar a los gobernantes que se lo impiden.

23/2/07

Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

N.B.: Se autoriza su difusión.

miércoles, febrero 21, 2007

Igualar hacia arriba IV

IGUALAR HACIA ARRIBA – IV de XIII
Las dirigencias

A partir del año 2002 se inició en el país una descomunal transferencia de ingresos entre los argentinos, lo que aún continúa. Se empobreció al 70% de la población, los de ingresos fijos, los indigentes, los sumergidos en la pobreza y los jubilados.
¿Quien sale en defensa del pueblo, denunciando el latrocinio que se comete? ¡Nadie! Los que gobiernan siguen inconmovibles, mostrando cifras de crecimiento económico globales, sostenidas por un mercado internacional excepcionalmente favorable, pero que no mejora a la inmensa mayoría de la ciudadanía. Los ajustes de sueldos y jubilaciones decretados, son paliativos insuficientes para recomponer el deterioro sufrido y rápidamente son erosionados por la inflación desatada. La oposición está ocupada en sus urgencias políticas, y no propone cambios para mejorar a los empobrecidos.
La dirigencia sindical que conduce la corporación gremial, se ocupa de defender el poder económico-financiero-político que posee, para lo que debe alinearse perversamente con el gobierno, mirando al costado para no ver la pobreza al lado de ricos muy ricos beneficiados por el Estado.
Empresas privadas con capital, inversión y esfuerzo, que generen riqueza, son un condicionante para que la población mejore. Pero esto no se logrará si la riqueza proviene de prebendas o manipulaciones del Estado.

21/2/2007
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

N.B.: Se autoriza su difusión.

martes, febrero 20, 2007

Igualar hacia arriba III

IGUALAR HACIA ARRIBA – III de XIII
Política cambiaria

La política cambiaria del gobierno, iniciada con la disparatada devaluación del peso, produce dos efectos destructores del orden social. El primero es el empobrecimiento del 70% de la población con ingresos fijos, incluidos los jubilados. El segundo es la reaparición de la inflación, que las autoridades no saben o no quieren o no pueden evitarla.
Esos dos efectos son definitivamente fatales e ineludibles. Los ajustes salariales y de jubilaciones son migajas para un pueblo empobrecido; se le tira huesos para que se entretenga, sin crear las condiciones necesarias para que la población recupere su nivel de vida.
La pelea desatada contra los productores y prestadores de servicios para impedir la suba de precios y la inflación, ya está perdida, y genera un proceso de corrupción, caída de calidad y desabastecimiento. Los índices de precios que informa el gobierno, la población no los cree porque no son reales. Se predice un episodio final potencialmente explosivo. Se iguala en la pobreza.
El gobierno ha disparado la brecha entre muy ricos y una inmensa mayoría de pobres. Su discurso corrupto de defensa de los pobres es una infamia. Crea y gasta en empresas estatales ineficientes y corruptas, y rechaza promover la inversión privada, que es el único camino para generar riqueza para el pueblo.

20/2/2007
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

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lunes, febrero 19, 2007

Igualar hacia arriba II

IGUALAR HACIA ARRIBA – II de XIII
China e inversiones

Hasta hace 40 años, la dictadura comunista-socialista de China había sumido a su población en la miseria, corrupción y desesperanza. Nuevos dirigentes, reconociendo el fracaso del sistema, llegaron a comprender la imperiosa necesidad de inversiones privadas en el país y decidieron abrir su economía a la inversión extranjera, liberándola de impuestos, de controles y trabas burocráticas. El resultado ha sido el crecimiento económico “asiático” que tiene desde hace 30 años, que ya la ha convertido en una potencia económica mundial. Procesos semejantes se repitieron en otros países asiáticos.
China no ha terminado de superar la destrucción producida por el socialismo y estatismo, pues sigue teniendo 700 millones de habitantes en el interior del país, que tienen un ingreso anual cercano a los 300 dólares.
Los chinos reconocieron la importancia de la inversión para producir riqueza y elevar el nivel de vida de la población y la estimulan con todos los mecanismos a su alcance. El gobierno argentino mendiga las inversiones extranjeras, pero con su deformada ideología y política populista corrupta, las ataca y no llegan al país. Lo absurdo es que también combate e impide la formación de capital y la inversión de los propios argentinos, manteniendo en la pobreza a la mayoría del pueblo con su sistema de igualar para abajo, que lo usa para comprar voluntades en las votaciones electorales.

19/2/2007

Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

N.B.: Se autoriza su difusión.