miércoles, octubre 22, 2008

El Estado

Al Estado lo componen dos grupos humanos: los funcionarios políticos que surgen de la voluntad popular y los funcionarios de carrera que conforman la burocracia estable. Los que saben mas sobre las limitaciones del Estado, son los de carrera y los políticos viven en sus elocuencias. Integrar ambos grupos para trabajar de común acuerdo es muy difícil, porque los políticos desconocen a los de carrera y les desconfían, y los de carrera tienen una larga experiencia de errores de políticos, aparición de “ñoquis” y corruptelas, por lo que saben que hay que aguantarlos hasta que sean remplazados.
Nuestro país está caracterizado por la velocidad de recambio de presidentes, ministros y sus equipos con el agravante que los nuevos culpan de los males nacionales al gobierno anterior y deciden hacer lo contrario.
En el correr de las últimas décadas, el efecto de esa desintegración operativa y de bruscos cambios de políticas, demolió la administración pública. El espíritu de servicio público y de cumplir el deber de funcionario se relajó o desapareció. Creció el número de los carentes de idoneidad y de los que se benefician con las facultades que se le han delegado.
El Estado argentino es un organismo enfermo, penetrado de ineficiencia y corrupción. No se repondrá con decretos; llevará décadas de paciente trabajo y requerirá la participación ciudadana para cubrir las falencias estatales.

22/10/2008


Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar


N.B.: Se autoriza su difusión

lunes, octubre 20, 2008

El general Videla y la justicia

Las Abuelas de Plaza de Mayo se presentaron a la Justicia demandando que el General Videla, con prisión domiciliaria por su edad, fuera transferido a una prisión común. El Juez, sorpresivamente resolvió su traslado a una cárcel. Se ignoró la Constitución Nacional, Art. 18 que prescribe: “Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos”.
En 1976, el descalabro del gobierno de Isabel Perón, y la violencia fratricida desatada por la guerrilla, destruían al país. Los peronistas no podían salir del caos, el líder radical Balbín reconocía no saber como resolver la crisis y todo el país esperaba la intervención de las fuerzas armadas. Le tocó al General Videla hacerse cargo de la crisis y vencer en la guerra interna, caracterizada por violencias y excesos.
Las Madres, ex-guerrilleros e ideólogos siguen impulsando la venganza, la violencia y el odio, y el juez parece compartir esos sentimientos. Así, la sociedad no puede ordenarse ni mejorar su futuro. Es continuar la tragedia.
El dolor por los muertos y desaparecidos se ha convertido en políticamente ideológico, y los muertos son la bandera que se flamea ocultando los verdaderos objetivos. No se debe hostigar constantemente. La sociedad argentina puede desbocarse en nuevos y trágicos enfrentamientos, que hay que evitar.

20/10/2008


Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar


N.B.:Se autoriza su difusión