jueves, octubre 04, 2007

Presupuesto proyectado

Los Estados organizados, además de confeccionar su presupuesto anual de gastos y recursos, deben calcular los compromisos contraídos con vencimiento en años futuros, los recursos para atender su pago y los litigios que pueden ocasionarle egresos o ingresos potenciales.
La falta de control sobre los compromisos a futuro, es una de las causas del sistemático desequilibrio de las cuentas públicas argentinas y de las demandas al Estado por incumplimiento de pagos. Los juicios contra el Estado colapsan la Justicia y son una desfachatez internacional.
Los recientes cambios en el sistema jubilatorio estatal sin calcular el impacto a diez y veinte años, aseguran el quiebre del sistema, convertido en un programa de estafa a los actuales aportantes y jubilados. La deuda pública y los subsidios a empresas para ocultar la inflación, crecen anualmente.
En el presupuesto anual, debe añadirse un capítulo especial que proyecte el monto anual de los compromisos financieros hasta su cancelación.
La Auditoria General de la Nación, dependiente del Congreso, debe controlar la veracidad de las cifras proyectadas e informar al Congreso los problemas futuros que pueden generarse al país; los funcionarios de la Auditoria serán responsables de la exactitud del control. Los legisladores carecen de medios para evaluar los desequilibrios futuros.


04/10/2007
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

miércoles, octubre 03, 2007

Generar odio

En los últimos años de su vida, Perón reconocía que no había percibido el odio que su persona había despertado en parte de la población. Tenía el poder absoluto y seguidores incondicionales dispuestos a dar su vida por él, pero no pudo evitar el levantamiento cívico militar que lo destituyó.
Al ser humano se lo puede amenazar, perseguir, vejar y encarcelar. Lo que no se puede cambiar son sus reacciones. Contra el sistemático acoso y la violencia, inexorablemente se rebela rechazándolos. Juega su vida sin valuar el riesgo.
El autocrático actual Presidente, aprendiz de dictador, cada día infunde menos miedo. Nadie está dispuesto a dar su vida por él, parte de la población se crispa al escuchar sus enfoques absurdos sobre la realidad nacional e internacional, sus seguidores son mayormente corruptos beneficiados por el poder y que lo abandonarán cuando cambien los vientos. Su esposa, candidata a sucederlo, pronuncia discursos de barricada que a nadie le interesan ni son creídos.
El Presiente despierta rechazo en amplios sectores sociales, con el peligro que se transforme en odio. En defensa del país, de la libertad ciudadana, de las instituciones republicanas, y del progreso del pueblo, el Presidente debe cambiar, despertando de la ficción en que vive y que lo rodea.

03/10/2007
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

domingo, septiembre 30, 2007

Crisis Social

Del estudio publicado, de un legislador nacional, surge que en nuestro país viven 5 millones de personas en la indigencia, carentes de medios para alimentarse. Que son 14 millones los pobres que no tienen lo necesario para vivir. No informa el estudio el número de personas de clase media que se han empobrecido en los últimos años, pero no es exagerado estimarlo en muchos millones. El cuadro es socialmente temible. Los indigentes ya están avanzando sobre los centros urbanos, con los asentamientos, las villas de emergencia, los que duermen en las calles y la ocupación de viviendas. Los pobres no indigentes, acumulan resentimiento contra una sociedad que los ignora. Estos grupos humanos se pueden descontrolar y pasar a la violencia. La clase media empobrecida se plegará a la protesta. Nadie puede predecir el fin del drama. El gobierno nacional se enceguece con índices de crecimiento económico que solo benefician a una minoría y a los corruptos. La necesidad nacional imperiosa es promover la inversión privada, para atender todas las necesidades humanas, absorber la desocupación y mejorar salarios. El pensamiento estatista y autocrático del gobierno impide la formación de capital y la inversión. Ignora la crisis y carece de comprensión para evitarla.

30/9/2007

Dr. Marcelo J. Castro Corbat segundarepública@fibertel.com.ar