viernes, marzo 09, 2012

LOS TRENES, REMATARLOS

       La tragedia de la línea Sarmiento en plaza Once y el pleito por el rechazo de la Ciudad de Buenos Aires a hacerse cargo de los subterráneos, responden a  realidades:- que el Estado fue incapaz de controlar el mantenimiento operativo del medio de transporte;- que carece de los medios financieros para ponerlo en condiciones de prestar el servicio;- que   vagones del subterráneo inglés de antes de la primer guerra mundial, se siguen usando;- que la posibilidad de nuevas tragedias esta latente diariamente;- que el régimen de concesión del servicio ferroviario resultó pésimo y destructor.    
Para hacer funcionar bien el sistema de transporte ferroviario, se necesitarán diez años de trabajo fuerte de gente capacitada, bien organizada y grandes inversiones. Pero para hacerlo, previamente hay que reordenar el Estado, eliminando sus notorias incapacidades, ineficiencias,  la presión de políticos en la gestión y la corrupción, lo que hoy es impensable.
El camino mas despejado es que el Estado licite en un paquete, la venta de la infraestructura ferroviaria, el servicio del transporte y el compromiso de inversión.  Hay en Argentina y el mundo interesados en tomar el riesgo y capitales disponibles. Sarmiento lo haría. Los patrioteros y estatistas perjudican al pueblo, que paga pérdidas de servicios que la mayoría no usa.
Nada se mejorará cambiando a los concesionarios del servicio. 




Dr. Marcelo Castro Corbat
Centro Segunda República
segundarepublica@fibertel.com.ar




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Por la cantidad de opiniones recibidas, se demora n/ contestación. 

miércoles, marzo 07, 2012

JUSTICIA SOCIAL Y CORPORACIÓN GREMIAL

A fines de la década de los años 40, se politizó el eslogan de la “Justicia Social” para mejorar por Decreto el nivel de vida de los argentinos. Eran tiempos en que el mundo pensaba que el Estado debía cubrir las necesidades insatisfechas de la población con el eslogan de “El Estado de Bienestar”, sistema que colapsó en 2010 con la crisis de los países europeos. La Justicia Social argentina generó crisis sistémicas, los salarios cayeron a la tercera parte en la comparación mundial (del puesto 8 al 62) y se expandió la pobreza. Para sostener la Justicia Social se fortaleció financiera y económicamente a la Confederación General del Trabajo, organización que paso a tener un poder decisorio en la política nacional. Se convirtió en una corporación gremial, que argumentando la defensa de los trabajadores, defiende con extorsiones su poder político y las prebendas y corrupción de algunos dirigentes. El sindicalismo argentino debe ser rediseñado.

Los aprendices de brujos crearon un monstruo incontrolable. Su voracidad es insaciable para dilapidar recursos en compras de sanatorios, hoteles de turismo, medicamentos falsificados, obras sociales, etc. sospechadas de corrupción y por las que varios dirigentes están presos. Las peleas por el control de la corporación periódicamente producen muertos. No se comprende su despreocupación por aumentar los salarios reales.



Dr. Marcelo Castro Corbat

Centro Segunda República

segundarepublica@fibertel.com.ar


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lunes, marzo 05, 2012

POLÍTICA: COYUNTURA Y PROYECTO

Armonizar la sociedad argentina para que prospere, “requiere que la ciudadanía comparta un proyecto sugestivo de vida en común, que sea un dogma nacional” (O. y G.). Los argentinos viven en el desorden, con apremios y tensiones sociales desde hace sesenta y cinco años, lo que impide que compartan un proyecto de vida en común. No sirve que se diseñe un proyecto excelente, si no se descartan los apremios que sufren en la vida diaria.

Los argentinos quieren realizar sus vidas, desplegar en libertad su creatividad y sus capacidades para cubrir sus necesidades y aspiraciones personales, aborrecen depender de dádivas o limosnas de políticos (salvo los corruptos) y requieren que se los respete. Están abrumados por la desilusión, las carencias y la inseguridad. El actual gobierno continúa con políticas que destrozaron el progreso social, generando pobreza. Es imperioso que el gobierno tenga un plan de ordenamiento coyuntural, sin el cual será socialmente rechazado, con una nueva frustración.

El ajuste de la deformada estructura nacional no debe sufrirlo la población sino el Estado, enfermo e ineficiente, eliminando: empresas deficitarias, la corrupción, los subsidios, el latrocinio de la corporación gremial a los asalariados, y concesionando la financiación de obras públicas.

Argentina necesita un plan para la coyuntura, y un proyecto de futuro.


Dr. Marcelo Castro Corbat

Centro Segunda República





El 54 porciento de los votos

El amplio triunfo electoral del kirchnerismo, justicialismo, peronismo y de la corporación gremial en la elección presidencial del 2011 y la recuperación de la mayoría parlamentaria propia, después del fracaso electoral del 2009, impactó al oficialismo, que lo consideró la aprobación política masiva de su “modelo”. No es así. En 2011 la oposición, que rechazó a Kirchner en 2009, se desmembró en agrupaciones variopintas o barriales, enfrentadas entre ellas. El oficialismo no tuvo oposición, y a pesar del caos opositor, casi la mitad de la ciudadanía votó contra el oficialismo.

El 4% con que superó la mitad de los votos es volátil. La crisis europea, los precios de las commodities, los ajustes en los subsidios, el déficit fiscal y en el comercio internacional, los cambios en la economía de Brasil, la inflación y puja salarial, los enfrentamientos con la central sindical y el cambio de humor por episodios que la ciudadanía rechaza, son un riesgo de abrupta caída del apoyo al gobierno. El 54% no parece sostenible.

No apareció el partido opositor que con un programa consensuado con los partidos de pensamiento afín, convoque políticamente a la ciudadanía. La agrupación gobernante caerá sin duda en el apoyo ciudadano, pero si sigue el descalabro opositor solo pasará de ser la mayoritaria a ser la primer minoría.



Dr. Marcelo Castro Corbat

Centro Segunda República