viernes, noviembre 16, 2007

Reforma constitucional o decadencia

La lamentable reforma constitucional de 1994, que ratificó la de 1957, alteró principios básicos institucionales. El gobierno nacional ya no es representativo del pueblo sino de los partidos políticos, ya no es republicano sino autocrático, y ya no es federal sino centralista. Con la actual estructura institucional, el Gobierno Federal anula la división de poderes, domina las provincias y municipalidades, dispone sobre la vida y actividades de los habitantes de todo el país y para sostenerse arma una red de corrupción política y económica que penetra y destruye la cultura social.
Nuestra Carta Magna está viciada, y carece de mecanismos de defensa contra los abusos de los que detentan el poder. En los términos actuales, no tiene mayor importancia quien es el jefe del Estado; el poder absoluto está a su disposición, tanto en medios económicos como en instrumentación política o institucional. Las facultades constitucionales otorgadas, los resquicios legales y las interpretaciones jurídicas le permiten actuar sin obstáculos.
Un país sin orden institucional, inexorablemente se derrumba. El primer paso es eliminar del Art. 30 la exigencia - de resultados impredecibles - de la Convención constituyente para reformarla, remplazándola por enmiendas puntuales que deben ser aprobadas por las provincias o por la ciudadanía.
Restaurar el poder y control ciudadano es un requisito fundacional.

16/11/2007

Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

jueves, noviembre 15, 2007

La diosa justicia

Un Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, informó que la Corte debe decidir un promedio de sesenta causas diarias, y que el Estado colapsa al tribunal. El Poder Judicial ha perdido independencia por la férrea politización del Consejo de la Magistratura. Ex jueces y abogados sostienen que los jueces deben pagar el impuesto a las ganancias, que las grandes mayorías no tienen acceso a la justicia, que los juicios se eternizan, con Juzgados colapsados, que existe falta de control operativo sobre la Justicia, que la ciudadanía debe participar en Juicios por Jurados y en la elección de los fiscales, que se instaure la justicia de montos menores, etc. También que, a pesar del colapso, el buen juez debe estudiar los expedientes.
El sistema judicial ha caído en un descrédito institucional, que ha penetrado en los más altos niveles académicos y en el sentir popular. Esta situación destruye las bases de la armonía social y convierte en eufemismos los derechos, libertades y garantías individuales de la Constitución.
El riesgo es el caos. El tema no es jurídico, sino político y de organización del servicio de administrar justicia, donde deben intervenir técnicos. En ambos casos la responsabilidad y decisión es de la ciudadanía. Nada se puede esperar de la actual conducción política.

15/11/2007

Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepública@fibertel.com.ar

martes, noviembre 13, 2007

Hombre y Destino

“PROVERBIOS 6 – EL PEREZOSO Y LA HORMIGA
1Vete donde la hormiga, perezoso, mira sus andanzas y te harás sabio
2 Ella no tiene jefe, ni capataz ni amo
9 ¿Hasta cuando, perezoso, estarás acostado?
10 Un poco dormir, otro poco dormitar, otro poco tumbarse con los brazos cruzados
11 Y llegará como vagabundo tu miseria y como un mendigo tu pobreza.”
Fueron escritos hace más de tres mil años, y con su enseñanza e impulso floreció la deslumbrante civilización que vivimos, aunque siga teniendo falencias. La exigencia de esfuerzo para superar las limitaciones humanas, mejorando el orden social, es genética y conforma la cultura de todos los pueblos del planeta.
El avance en la disponibilidad de medios materiales, que liberan al hombre de tareas lentas y agobiantes, ha producido la aparición de falsos sociólogos, que pretenden que el tiempo y energías humanas liberados, deben destinarse al disfrute de la vida. Ignoran que el hombre está apenas en el inicio del conocimiento del universo, de la materia, de los sentimientos, de la búsqueda de su destino y que solo podrá avanzar en ello con su voluntad.

13/11/2007

Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar