jueves, abril 03, 2008

Derecha e izquierda democraticas

Las palabras derecha e izquierda, tienen un claro significado político para todo el mundo. Politólogos, sociólogos y otros “logos” las rechazan con aires intelectuales. La derecha sostiene que el mejoramiento de cada ser humano depende de su propio esfuerzo. La izquierda sostiene que las desigualdades sociales tiene que corregirlas el Estado.
La izquierda extrema existe en Cuba, trata de instalarse en Venezuela, Ecuador, Bolivia, y Nicaragua y de expandirse en Latinoamérica. Argentina se encuentra en el filo de la navaja. La derecha extrema está desterrada políticamente.
Pero también existe un pensamiento democrático de derecha y una izquierda también democrática, que coinciden en el respeto a los derechos de los que piensan en forma diferente y en buscar el mejoramiento social e individual. Salvo en pocos países, la derecha democrática no ha llegado a integrar políticamente un mensaje a la ciudadanía que responda con claridad a las demandas y necesidades sociales. El vacío que la derecha democrática ha dejado, es llenado desgraciadamente por la izquierda extrema.
Cuando esa derecha llene el vacío, podremos hablar de gobierno y oposición en democracia.

03/04/08

Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar


N.B.: Se autoriza su difusion

lunes, marzo 31, 2008

Origen de la desigualdad

Todos censuran las desigualdades de ingresos entre los sectores de la población. Los políticos, los gremialistas, los economistas con sus estadísticas, los intelectuales, los burócratas internacionales, los gobernantes populistas y finalmente la población sufriente. Todos acusan de la desigualdad a la perfidia de desalmados argentinos o extranjeros que se apoderan de la riqueza de los pobres. Este pensamiento es un escapismo de la realidad.
La sociedad tribal se organizó designando a un jefe, después vinieron los faraones, los absolutistas, los emperadores, y desde el siglo XX, el Estado de Bienestar. Con la estructura estatal que se organizó para dar bienestar a todos, “desde la cuna a la tumba”, el poder del Jefe de Estado superó al de todos los anteriores. El Estado de Bienestar es una utopía fracasada, pero la estructura estatal no se desmanteló, ni el poder del Jefe fue recortado.
El Estado origina la desigualdad, al quedarse con cerca de la mitad de la riqueza que produce el país, diciendo que la distribuye a los necesitados, lo que es una perversa mentira. El verdadero destino es la corrupción, comprar voluntades, malgastar el dinero, enriquecer a funcionarios, fuerzas de choque y socios. Lo socialmente importante, mejorar salarios, educación, salud, salubridad, seguridad y producción, no son sus temas urgentes. El Estado debe ser desmantelado y prohibir al Gobierno Federal, imponer contribuciones.

31/03/08

Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

N.B.: Se autoriza su difusion