jueves, junio 25, 2009

Corrupción y decadencia

La historia relata procesos de ascenso material, intelectual y espiritual de las naciones y de su posterior declinación. En el ascenso, la sociedad está imbuida de principios rectores, como el cumplimiento del deber ciudadano, el reconocimiento de la capacidad de los dirigentes, el acatamiento a la estructura institucional, el respeto a los compatriotas y el orgullo nacional.
La decadencia de las naciones se inicia con la corrupción, delito que destruye los principios rectores; la aprovechan dirigentes perversos en el poder y el mal ejemplo se expande a toda la sociedad.
En nuestro país, la mega corrupción se desató hace sesenta años y en el año 2009, está superando la capacidad de asombro y de vergüenza de los ciudadanos argentinos y se ha convertido en crónica periodística mundial.
Desde entonces, Argentina inició su decadencia, pasando de estar entre los países más adelantados del mundo a ubicarse entre las sociedades acosadas por la pobreza y el deterioro de su población.
La primera víctima ha sido el Estado Nacional, convertido en una estructura deforme ingobernable y una máquina arbitraria de impedir el progreso. La segunda gran víctima es el pueblo, enterrado en la indigencia.
La ciudadanía debe atacar la corrupción, denunciándola y penalizándola para revertir la decadencia nacional. Inevitablemente será un largo combate.

25.6.09


Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar
http://segundarepublica.blogspot.com


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martes, junio 23, 2009

El rumbo político.

El pueblo clama por salir de la degradación de la pobreza, acceder a los bienes materiales y espirituales propios de las sociedades más pujantes, ser respetado en su dignidad, derechos y valores morales y, vivir en una sociedad en armonía. No debe arriesgarse que el clamor se convierta en tragedia.
El puerto a llegar es el bienestar general. Anteriormente hemos dado las bases para alcanzarlo, que son:- inversión por el sector privado, que genere empleos, aumente la producción y exporte;- combatir el crimen organizado de corrupción estatal y;- enmendar la Constitución para impedir la autocracia presidencial y la violación de los sagrados derechos individuales.
Los que pueden consensuar esas bases son las agrupaciones políticas con pensamiento de centro derecha y centro izquierda, como pasa en las sociedades que mas avanzan. Ningún aporte positivo puede esperarse de los ideólogos, populistas, corruptos, neosocialistas del siglo XXI, extremistas o estatizantes.
Durante décadas, en Argentina se probaron todas las recetas copiadas del exterior y las elucubradas por trasnochados compatriotas nuestros. El atroz fracaso se ve a diario en las calles con la pobreza o indigencia en que vive la mitad de la población. La Nación sigue retrocediendo.
Todos tenemos el deber de luchar para producir el cambio de rumbo.

23.6.09


Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar
http://segundarepublica.blogspot.com



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