¿QUÉ DEMOCRACIA?
Alberto Fernández fue diputado por el partido de centro derecha de Cavallo, por un acuerdo que hizo con Kirchner; hoy es Jefe de Gabinete de un presidente populista, neosocialista, rodeado de montoneros y enemigo de la economía de mercado. El pueblo que lo votó no sabía a quien votaba. Kirchner hizo pactos con Menem y Duhalde y hoy todos tratan de destruirse; ahora compra e impone pactos a gobernadores, intendentes, sindicalistas y legisladores. El pueblo, las conductas y los objetivos nacionales no cuentan. Es un infierno político que hay que terminarlo.
El gobierno por el pueblo ha desaparecido y fue remplazado por el gobierno por los jefes de partidos. Ser Jefe de un partido promete ganancias legítimas e ilegítimas, como lo demuestra la aparición de sellos de centenares de nuevos partidos, que luchan descaradamente por su cuota de poder. Cuando los voceros de la corporación política prometen la reforma política, producen sensación de nausea; paralizan la reforma por ser contraria a sus bastardos intereses. Las elecciones de octubre/2005 lo demuestran.
La democracia está corrompida e impide la prosperidad del pueblo. Si no se devuelve a la ciudadanía su legítimo derecho a gobernarse, la inestabilidad política e institucional continuará. Rescatemos a los políticos honestos y sensatos.
17/11/2005
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar
Centro Segunda Republica
Tel.: 4815-8584
jueves, noviembre 17, 2005
martes, noviembre 15, 2005
Los Vencidos
LOS VENCIDOS
Cada ser humano está impulsado por su vocación, y hay tantas vocaciones como seres humanos. Los que tienen vocación política, definida como un impulso para mejorar la sociedad y el entorno del hombre, son una escasa minoría, que han sido desplazados por los corruptos, con vocación de poder para sacar provecho de los inmensos recursos del país. La lucha es desigual, y los que buscan el bien social han sido largamente superados por los que persiguen los favores del poder. Las elecciones de octubre de 2005, muestran el grado de desvergüenza de los corruptos.
Se ha generado un grupo político de vencidos, que no creen que la situación política que deteriora el país pueda ser cambiada, razonando que el pueblo es irrecuperable por la perversión a que ha sido sometido. Con idiosincrasia argentina, atribuye los males a los otros, sin reconocer que ellos también tienen responsabilidades, por acciones erradas u omisión en la defensa del bienestar general. Son pesimistas, incrédulos, sin voluntad ni esperanzas e inertes para construir nada.
“No te des por vencido, ni aún vencido – No te sientas esclavo, ni aún esclavo -Trémulo de pavor, piénsate bravo”, dice el soneto de Almafuerte.
15/11/2005
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar
Centro Segunda Republica
Tel.: 4815-8584
N.B.: Se autoriza su difusión.
Cada ser humano está impulsado por su vocación, y hay tantas vocaciones como seres humanos. Los que tienen vocación política, definida como un impulso para mejorar la sociedad y el entorno del hombre, son una escasa minoría, que han sido desplazados por los corruptos, con vocación de poder para sacar provecho de los inmensos recursos del país. La lucha es desigual, y los que buscan el bien social han sido largamente superados por los que persiguen los favores del poder. Las elecciones de octubre de 2005, muestran el grado de desvergüenza de los corruptos.
Se ha generado un grupo político de vencidos, que no creen que la situación política que deteriora el país pueda ser cambiada, razonando que el pueblo es irrecuperable por la perversión a que ha sido sometido. Con idiosincrasia argentina, atribuye los males a los otros, sin reconocer que ellos también tienen responsabilidades, por acciones erradas u omisión en la defensa del bienestar general. Son pesimistas, incrédulos, sin voluntad ni esperanzas e inertes para construir nada.
“No te des por vencido, ni aún vencido – No te sientas esclavo, ni aún esclavo -Trémulo de pavor, piénsate bravo”, dice el soneto de Almafuerte.
15/11/2005
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar
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N.B.: Se autoriza su difusión.
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