jueves, agosto 07, 2008

2008: Buenos Aires Virreinal

El Virreinato del Río de la Plata tuvo su centro de poder en la ciudad de Buenos Aires. El Virrey era designado por al Rey de España y lo representaba, ejerciendo las prerrogativas regias que en esos tiempos eran las propias del absolutismo y del centralismo. Se sostenía con los impuestos de la Aduana de Buenos Aires que debía pagar toda la población, con los que organizaba estructuras para controlar y dominar el Virreinato. El contrabando penetró en la sociedad y la corrupción se extendió a los cercanos al Poder.
En el año 2008, con distintos nombres el sistema perdura. Con elecciones viciadas, se designa un Presidente políticamente inamovible, con prerrogativas absolutistas y centralistas. Se sostiene con los impuestos aduaneros más la decena de nuevos impuestos creados desde el siglo XX, que deben pagar todos los habitantes, y que le permite someter a las provincias y a los otros poderes del Estado. La corrupción penetra en todos los estratos políticos, destruyendo la cultura ciudadana de respeto a la ley y al esfuerzo personal. El poder está en Buenos Aires y la república federal es una ficción.
El problema no es que hombres perversos se adueñen del poder. Es institucional, al permitir la permanencia de esos hombres. El Presidencialismo es institucionalmente irrecuperable. En el sistema Parlamentario, el Jefe de Gobierno (primer ministro), puede ser destituido por una votación.


07/08/08

Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

N.B.: Se autoriza su difusión

martes, agosto 05, 2008

¿Ignorantes o Malvados?

La Presidenta con el grupo de Ministros y políticos que la acompañan, declaran que su compromiso es defender a los pobres carenciados contra los abusos de los ricos, que se benefician con la pobreza del pueblo.
Las políticas que implementa son varias. Aumenta el gasto público para impulsar el consumo de la población, desatando la inflación. Para cubrir el mayor gasto, aumenta los impuestos, con lo que impide la inversión privada y el crecimiento de la producción. Para favorecer exportaciones llamadas de “valor agregado”, crea el cambio llamado “competitivo” que es un subsidio cambiario que debe soportar la población. Para evitar la suba de precios otorga subsidios a sectores productivos y de servicios, aumentando el gasto público, y anulando la inversión. Para compensar la inflación aumenta los salarios en el porcentaje de la inflación, manteniendo en la pobreza al pueblo y fija precios máximos beneficiando a ricos. Las obras públicas son escándalos de corrupción y muchas son decididas por razones electorales. El Estado invierte reservas en el exterior a tasas de interés bajas, impidiendo su inversión en el país, y se endeuda a tasas tres veces mayores. Es el reino de la corrupción.
Esas políticas aseguran una nueva crisis y el estancamiento social y económico. Su calificación moral es de políticas malvadas.


05/08/08

Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar


N.B.: Se autoriza su difusión