viernes, marzo 31, 2006

Kirchner Irrecuperable

El sistema presidencialista de nuestra Constitución es una mezcla de la Constitución de USA con la tradición española de gobiernos absolutos. En Argentina y la mayoría de los países de Latinoamérica ha prevalecido la tradición sobre lo formal. La historia enseña las luchas que se desatan para desterrar el absolutismo. En Argentina ha habido presidentes que respetaron los derechos de los ciudadanos.
No es el caso del actual presidente, que avasalla Poderes, instituciones, normas constitucionales y legales, la dignidad de ministros y funcionarios, los derechos y libertades individuales, somete gobiernos provinciales, propaga el desorden, delitos callejeros y violencia, divide a la sociedad y no combate la corrupción ni la putrefacción política electoralista. Siempre hay resquicios legales para la impunidad.
Su estilo de gobernador provincial absoluto lo perturba para administrar y conducir el país: “el poder absoluto corrompe absolutamente” A este problema se añade un impulso ideológico que lo lleva a excesos, alejándolo de la realidad y de las necesidades del pueblo. Obsesionado por el conflicto diario que crea, abandona construir el futuro de la Nación. Muestra ser irrecuperable.

31/3/2006
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

N.B.: se autoriza su difusión.

miércoles, marzo 29, 2006

El Camino Politico Argentino

Hace 60 años, a Perón se le desató la inflación por política, y se repite ahora con más del 60% de la población empobrecida. Recuperar socialmente al pueblo, requiere:
a) Acabar con la pobreza, la indigencia y el empobrecimiento de la clase media. Solo es posible con una fuerte inversión privada en: -bienes productivos, - tecnología y capacitación de la fuerza laboral -y bienes sociales (educación, sanidad, vivienda, etc.). Eliminando los impuestos que impiden la inversión, se terminará con el desempleo y mejorarán los salarios. Nada se puede esperar del Estado, con su actual ineficiencia, corrupción y política.
b) Erradicar la corrupción, que destruye la cultura social, la moral y las instituciones. Solo lo puede hacer el pueblo, juzgando a los delincuentes corruptos en Juicios por Jurados.
Es indispensable tener fuerza política para recuperar la Nación.
Los problemas de fondo: - modificar el sistema electoral - respetar los derechos y garantías individuales - y enmendar la Constitución, solo se podrán resolver con sustento ciudadano. Los actuales políticos no lo harán.

29/3/2006
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

N.B. Hay que trabajar con mística para producir el cambio. Si coincide, haganoslo saber para unirnos.
Se autoriza su difusión.

lunes, marzo 27, 2006

Absolutismo Presidencial

Argentina, como el resto de las naciones latinoamericanas, adopto la forma presidencial de gobierno siguiendo el modelo de USA, pero careciendo de la tradición histórica de ese país: reconocimiento de la previa existencia de los Estados federales y de los derechos y libertades individuales. La tradición de latinoamérica es de gobiernos absolutos, y cuando se dictaron las Constituciones, se inició el absolutismo constitucional en la región. Los abusos de los presidentes y la propagación de la corrupción son noticia diaria. No importa el tinte político del presidente, el absolutismo es del sistema. El presidencialismo latinoamericano fracasa sin reversión posible.
Para erradicarlo en Argentina, se requiere: - impuestos: deben imponerlos y recaudarlos las provincias para evitar el poder económico discrecional del gobierno federal; - atribuciones del gobierno central: deben limitarse a las relaciones exteriores, la defensa y exigir el cumplimiento de la Constitución; - sistema presidencial: se remplaza por el parlamentario; - representantes del pueblo: deben elegirse por circunscripción uninominal, para que el pueblo pueda controlarlos en el cumplimiento de sus deberes. El absolutismo presidencial impide la democracia y la prosperidad.

27/3/2006

Dr. Marcelo J. Castro Corbat
Segundarepublica@fibertel.com.ar
N.B.: Se autoriza su difusión.