viernes, agosto 15, 2008

Dos urgencias institucionales

Argentina sufre desórdenes políticos, sociales y económicos por las rigideces de la Constitución Nacional, que impiden el proceso natural de cambio en la organización de las Autoridades de la Nación y sus atribuciones.
El sistema presidencial argentino ha cumplido su ciclo y en los últimos años ha degenerado en una autocracia violatoria de la forma y espíritu republicano, representativo y federal. Es una utopía esperar que la Nación se ordene con este sistema. Debe ser remplazado por el sistema parlamentario donde el Parlamento designa al Jefe de Gobierno, lo controla y puede destituirlo por simple votación, si comete errores, no cumple con el mandato conferido o ha perdido el apoyo de la opinión pública. Cada día aumentan las voces que reclaman este cambio y es urgente concretarlo.
La Constitución establece los derechos y garantías de los habitantes, que nacen de la soberanía del pueblo y que son normas inalterables. Para reformar la estructura de las Autoridades, exige que se efectúe por una Convención convocada al efecto. El procedimiento es complejo, engorroso, la Convención puede incluir temas no previstos y el país se informa cuando el hecho está consumado. Debe remplazarse por el sistema de enmiendas puntuales, que deben ser dispuestas por el Parlamento y entran en vigencia una vez aprobadas por la mayoría de las provincias. El cambio también es urgente.

15/08/2008


Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar


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miércoles, agosto 13, 2008

El Campo y el estado

La sociedad es la agrupación de hombres eternamente insatisfechos que generan recurrentes desequilibrios e inestabilidad social. En el siglo XXI, perdura la cultura que el Estado debe evitar los desequilibrios sociales, que es una ficción, como pretender correr para alejarse de la propia sombra.
Productores, proveedores y operadores del sector agroindustrial han demostrado en nuestro país - a pesar del desorden político, institucional, los activistas violentos, la inseguridad jurídica y las dudas sobre la ideología del gobierno - su dominio de las tecnologías de punta, su capacidad de producir bienes y riqueza, de derramarlos en todo el ámbito nacional y de invertir para aumentar la productividad. Todo con un Estado prácticamente ausente.
Llama la atención que los agropecuarios estén esperando que el Gobierno decida la llamada Política Agropecuaria de Estado, cuando está demostrado que no la necesitan. Desconocen que el Estado argentino está enfermo, y es ineficiente. Gran parte de los funcionarios son políticos, no tienen pensamiento afín con el sector y son proclives a abusar del poder. La lucha institucional debe ser contra el abuso y las obstrucciones del Estado.
Lo que debe exigirse al Estado es el respeto de la ley, de la creatividad del hombre, de su dignidad y de sus derechos individuales. Con ese contexto, la sociedad resuelve, lenta pero sin pausa, los requerimientos sociales.

13/08/08

Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar


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lunes, agosto 11, 2008

Lavagna y la derecha

El ex ministro Lavagna convocó a los legisladores justicialistas a rectificar los “muchos errores” del Gobierno “para evitar que el péndulo (político) se mueva hacia la derecha”. Siendo peronista de pura cepa, vale analizar algunos de sus dichos.
“La inflación se come los salarios, jubilaciones y el valor del dólar”. En 1945, Perón desató la inflación y ya dura 60 años. La inflación del 2008 es consecuencia de la irracional devaluación cambiaria y del “tipo de cambio competitivo” dispuestos por Duhalde-Lavagna en el 2002. “La economía se ha enfriado”. Lo que sufrió el país es la crisis del campo, pero la economía, si va en camino a estancarse, con aumento de la pobreza. “Empeoró la distribución del ingreso desde 2007”. El gran hachazo a los asalariados, pobres e indigentes se produjo a partir del 2002 y continúa desde entonces. Los ajustes salariales que solo compensan la inflación, mantienen el nivel de pobreza, y se sigue agrandando la brecha entre muy ricos y pobres.
Perón llegó a la Presidencia con ideas populistas, corporativas y dictatoriales. El luchador contra esas ideas fue el pueblo inglés, liderado por un derechista. En Argentina, el péndulo político se mueve, lenta pero inexorablemente a la derecha; solo falta que difunda con claridad a la ciudadanía, el camino para sacarla de la pobreza y al país del estancamiento.


11/08/08

Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar


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