viernes, mayo 15, 2009

El desempleo

La crisis está en el país afectando a las empresas, producirá despido de miles de empleados y las tensiones sociales se agravarán. Las soluciones irracionales para evitar despidos van, desde prohibirlos, lo que quebrará a las empresas, hasta expropiarlas, que las convertirán en material de desecho y fuente de corrupción bajo la dirección de un Estado incapaz y enfermo.
El camino para que la sociedad atraviese el momento es de sentido común. La indemnización por despido debe pagarse al empleado en la cantidad de meses que le corresponden por ley y, finalizados esos pagos, el Estado debe pagarle un seguro de desempleo hasta que se reincorpore al trabajo con un máximo de doce meses. El empleado recibirá un mayor sueldo de bolsillo, mantendrá sus ingresos por quince a veinte meses y las empresas podrán reestructurarse para afrontar la crisis.
Es una solución transitoria. Para resolver el problema profundo, la empresa privada debe invertir, crear puestos de trabajo, producir y exportar. Para impulsar el proceso, las inversiones productivas que realice deben computarse como pago a cuenta del impuesto a las ganancias y prohibir los impuestos y trabas a las exportaciones.
Insistir en seguir haciendo lo mismo que se hace, declarando que se evitarán tensiones sociales, es de ignorantes, atrasados y perversos.

10.5.09

Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar


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lunes, mayo 11, 2009

Argentina Invertebrada

En 1921 Ortega y Gasset escribió el libro España Invertebrada, donde analiza el proceso de la decadencia española. En las décadas posteriores, sucedió en España lo que sucedió, hasta que los políticos comprendieron la necesidad de vertebrar el país y firmaron un pacto de coincidencias nacionales que sin dudas fue influido por ese libro.
La situación de España en aquellos años tiene muchas semejanzas con la de Argentina en la actualidad, que se ha convertido en un país amorfo, sin objetivos nacionales, con la ciudadanía enfrentada, descreída y desesperanzada, sin progreso social ni prosperidad económica.
En España un político visionario y con poder, presionó para consensuar bases de entendimiento y vertebrar el país y, aunque no ha superado todos sus problemas y conflictos, se perfila como una unidad nacional integrada en el mundo. En Argentina no existe ese político o no dispone de ese poder.
La ardua, engorrosa y problemática tarea cae en los partidos políticos con representación parlamentaria, que en un próximo parlamento y, por arriba de sus intereses y disidencias políticas, forjen las bases fundacionales y operativas de la integración y futuro nacional.
La degradación de nuestra Nación continuará si no se definen objetivos concretos y compartidos. El país lo necesita y lo espera.

11.05.09

Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar


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