miércoles, noviembre 11, 2009

Corrupción y crimen organizado

Argentina sufre la decadencia generada por la propagación de la corrupción en la administración pública, la que ha penetrado en la sociedad. “El pescado empieza a pudrirse por la cabeza”. Lo grave es que el funcionario no puede cometer en soledad el delito; necesita cómplices, que oculten sus abusos, sean sus intermediarios y que si son descubiertos, los defiendan. Se instauró así el crimen organizado.
El crimen organizado se ha convertido en una constante, para arriba con la defensa por los niveles superiores de gobierno, y para abajo con el silencio, complicidad u ocultamiento de los inferiores. La impunidad está asegurada, incluso para los casos que son escándalo público nacional que van a la Justicia que, por cuestiones procesales o de influencia política se convierten en juicios eternos y que finalmente prescriben por el paso del tiempo.
La corrupción destroza las bases de la organización y armonía social, e impide el progreso y prosperidad de la población. El país lo sufre y la demostración palpable es la cantidad de indigentes y el crecimiento de la miseria en las villas de emergencia.
Sólo la ciudadanía puede enfrentar al crimen organizado si se le otorgan las atribuciones para que intervenga legal y operativamente en combatirla. El Estado, dominado por funcionarios corruptos, nunca lo hará.

11/11/09

Dr. Marcelo Castro Corbat

segundarepublica@fibertel.com.ar
www.segundarepublica.blogspot.com

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lunes, noviembre 09, 2009

Esfuerzo y Creación

Cuando a Thomas A. Edison, inventor de la bombita eléctrica, le preguntaron cómo había podido superar los dos mil intentos fracasados antes de inventarla contestó con sencillez: “no fueron fracasos, sino los pasos necesarios para crearla”. Preguntado en donde residía su genialidad, contestó: “1% de inspiración y 99% de transpiración”. Son la esencia y sentido del ser humano, del “homo sapiens”. Nada se consigue sin esfuerzo.
Desde el siglo XIX, XX y XXI, aparecieron seudo intelectuales que dijeron que los seres humanos tienen necesidades no satisfechas y, que por serlo, la sociedad tiene el deber de cubrirlas, aun cuando él no se esfuerce. Apareció el Estado políticamente distribuidor, que anuló el esfuerzo con la dádiva, alteró los valores culturales y empobreció a los países, entre ellos a Argentina.
La nueva -y ancestral- frase es: “no debe hacerse por el hombre, lo que el hombre puede hacer por si mismo”, que es sostener que el progreso del hombre y de la sociedad, depende de la voluntad y creatividad del ser humano.
El futuro de cada uno de nosotros dependerá de lo que hagamos, siempre venciendo problemas: es el compromiso de los humanos, trabajar para la construcción de un mundo mejor, que siempre tendrá imperfecciones.
Como Ícaro, nunca llegaremos al sol.

09/11/09

Dr. Marcelo Castro Corbat

segundarepublica@fibertel.com.ar
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