viernes, marzo 30, 2007

Compatriotas II

Las dirigencias

La dirigencia política y la corporación sindical ignoran y desprecian al pueblo.
Los dirigentes populistas, estatizantes, socialistas o corporativos consideran al pueblo una masa amorfa a la que hay que darle pan, circo, venderle ilusiones y hacerles donaciones electorales para conseguir sus votos. La expresión “hay que conseguir los votos de la gilada” define claramente su pensamiento corrompido.
Los dirigentes opositores que no conforman ese grupo siniestro, creen que es imposible producir un cambio en el país, porque el pueblo carece de discernimiento para saber elegir el gobierno que necesita el país y para recuperar los años de retraso social y económico
En ambos casos la responsabilidad del estancamiento del país, se la atribuyen al pueblo, por ser incapaz, incompetente, indolente, corrupto e incorregible.
La dirigencia sindical cuida su poder político y financiero, para lo que apoya políticas del gobierno que perjudican y avasallan al pueblo. Negocia su apoyo contra dinero, que utiliza en hacer política, dilapidación y corrupción.
Los ciudadanos solo valen por su voto. Después de cada elección quedan en la papelera de residuos. El pueblo debe ser respetado.

30/3/07

Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

miércoles, marzo 28, 2007

Compatriotas I

Amor al ciudadano

“Si amamos nuestro país, deberíamos amar también a nuestros compatriotas” (Ronald Reagan). La frase del Presidente de Estados Unidos tiene una sensatez irrebatible. En su país, los inmigrantes de origen anglosajón y europeo, tenían una fuerte resistencia contra la cultura de la población de origen africano y en los últimos tiempos contra la de origen latinoamericano.
Estos dos grupos, inicialmente eran iletrados, formados en la indolencia y sin formación para su progreso material, integración cultural y social.
Estados Unidos es un ejemplo sorprendente de integración de etnias y de razas, a pesar de las violencias producidas que no se pudieron evitar y que aun no han sido definitivamente superadas.
La base fundamental en el cambio fue el respeto al ser humano, a su libertad y a sus derechos, reverenciando los principios básicos de su Constitución.
La situación ha cambiado y esos dos grupos étnicos, hoy son fanáticos defensores del país, ocupando las más altas funciones en la política, la economía y la sociedad.
Es sorprendente que en Argentina, donde no hay tensiones étnicas por la homogeneidad de origen europeo de prácticamente toda su población, la dirigencia política menosprecie las cualidades de nuestro pueblo.

28/3/07

Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

lunes, marzo 26, 2007

Igualar hacia arriba - XIII

Prosperidad del pueblo

El grupo humano argentino, en todo el país, conserva sus raíces culturales esencialmente europeas, tiene un alto nivel educativo, es creativo, esforzado y capaz de integrarse a los más avanzados adelantos tecnológicos.
El potencial de nuestros recursos naturales, es conocido mundialmente.
¿Por qué el pueblo no progresó? Sin duda, porque las distintas dirigencias políticas corruptas se preocuparon mas de la lucha electoral por el poder que de mejorar el nivel de vida de la población y de proyectar el futuro nacional. De nada sirve llorar sobre la leche derramada.
Hoy debe revertirse el proceso. Para ello el sector privado necesita disponer de capitales para invertir, creando oportunidades de trabajo, mejorando los ingresos de los asalariados y aprovechando los recursos naturales. La empresa privada argentina fue combatida con distintos mecanismos durante sesenta años y terminó descapitalizada e inerme.
Para que las empresas nacionales puedan cumplir el decisivo rol que les toca en la sociedad, se las debe liberar de todos los impuestos que afectan sus ganancias, la formación y acumulación de capital y su capacidad de inversión. Sin inversión de capitales, no existe posibilidad que la población pobre o empobrecida pueda ascender en la escala social. Si no se crea mayor riqueza, sustentable en el tiempo, los pobres seguirán pobres.

26/3/2007

Dr. Marcelo J. Castro segundarepublica@fibertel.com.ar