miércoles, junio 06, 2012

CRISTINISMO: ¿ARROLLADORA VICTORIA?



Se lee y se escucha que en la última elección, la victoria del oficialismo  fue arrolladora, lo que es desconocer el descontento y angustia en que vive la inmensa mayoría de la ciudadanía. El oficialismo obtuvo el 54% de los votos y los opositores el 46%, porcentajes habituales en las democracias, y que podría considerarse un empate técnico. Es falso lo de arrolladora.
Lo que no hubo ni hay, es una corriente de pensamiento con un mensaje a la ciudadanía para restablecer el orden interno, desarrollar las potencialidades del país y abrir la puerta para la prosperidad de todos los habitantes. Las decenas de partidos opositores, enfrentados entre ellos  son un desquicio creado por el Art. 38 de la Constitución y las leyes electorales:   son rejuntados de barrios, cuyos representantes en el Congreso votan leyes discutibles del oficialismo, violando el mandato de ser opositores y que tendrán fugaz vida política.
Vivimos en el desorden político e institucional que favorece al oficialismo, porque no existe una estructura opositora con un mensaje convocante, y la ciudadanía está marginada. El pueblo no gobierna y la democracia es una ficción. Los cambios en el humor político ciudadano no llegan a expresarse. Tiene más poder la corrupción política o gremial.
Estructurar ese movimiento opositor es una urgencia nacional.  

Dr. Marcelo Castro Corbat
Centro Segunda República
segundarepublica@fibertel.com.ar


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Por la cantidad de opiniones recibidas, se demora n/ contestación.

lunes, junio 04, 2012

SUSTENTO INSTITUCIÓNAL DE LA AUTOCRACIA





Autocracia es el gobierno en el que la voluntad de una persona es la ley suprema. Para que se de ese extremo, la legislación debe disponerlo expresamente como sucedía con el zarismo ruso o modificando las leyes para que la voluntad del gobernante se convierta en ley suprema, como sucede en los gobiernos absolutistas, las dictaduras y en Argentina.
 El pensamiento político de la Constitución de 1853/60 fue crear un presidencialismo fuerte, por su extensión territorial, su despoblación, el analfabetismo y los conflictos internos con caudillos provinciales. El Congreso estaba integrado por algunos provincianos y, por porteños designados por las provincias que se los llamaba “alquilones”. El Presidente tenía una fuerte intervención  política en las provincias y sus gobiernos. Desde entonces, el país se transformo sustancialmente. La reforma de 1957 añadió el Art.14 bis, innecesario, y con ficciones que el Estado nunca cumplirá.  
La reforma  de 1994, dio poderes adicionales al Presidente, como los DNU, disponer de más del 70% de los impuestos nacionales, delegaciones legislativas al Ejecutivo, intervención del Ejecutivo en las provincias, etc., institucionalizando la autocracia.

Dr. Marcelo Castro Corbat
Centro Segunda República
segundarepublica@fibertel.com.ar


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