miércoles, febrero 06, 2008

Indigencia y pobreza infantil

Se ven a diario niños y niñas pidiendo limosnas en las calles y en las esquinas a los automovilistas. Es solo la punta del témpano, porque lo profundo de la pobreza está en las villas de emergencia, con cientos de miles de personas en la miseria y en los millones que viven por debajo del nivel de pobreza. Los chicos en esas condiciones se educan en la violencia, el delito, la prostitución como medio de vida y con embarazos y abortos de chicas en la pubertad. No van a la escuela, son desnutridos, carecen de asistencia sanitaria y terminan siendo ineptos para incorporarse a la sociedad. Así estamos formando nuevos ciudadanos. Los padres no pueden superar las carencias, han perdido autoridad y siguen generando hijos. El cuadro es aterrador y perverso.
Esperar que políticos o funcionarios de un Estado penetrado de corrupción e incapaz de organizar una oficina pública o un hospital, puedan resolver esta infame inequidad, es vivir en las nubes. Los funcionarios priorizan intereses personales sobre sus deberes. Tampoco se resolverá con la caridad, digna de elogio, pero que es solo un atenuante. El problema de fondo es que los padres accedan a trabajos con salarios arriba del nivel de pobreza.
Solo la empresa privada puede hacerlo, invirtiendo para generar oportunidades de trabajo. Para ello, deben eliminarse los impuestos que impiden la capitalización de las empresas y su inversión.

6/2/2008

Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

N.B.: Se autoriza su difusión.

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