viernes, mayo 23, 2008

Cambio competitivo e inflacion

La disparatada devaluación del peso en el año 2002, sumió en la pobreza o indigencia al setenta por ciento de la población. Los perjuicios originados por ese disparate no se han superado, porque el gobierno sigue sosteniendo la devaluación con el astuto nombre de “cambio competitivo”.
Los grandes sufrientes de las devaluaciones son los asalariados y jubilados, por la caída automática del poder adquisitivo de sus ingresos. El otro mal social y a la economía que produce, es despertar el monstruo de la inflación, que se oculta maliciosamente en el atrasado pero inevitable ajuste de precios y salarios, que tiende a equiparar los internos con los internacionales.
Errores de política económica y excesos en el gasto público, agravan el proceso inflacionario. Pero la devaluación cambiaria sostenida por el gobierno para mantener la ficción del cambio nominal competitivo, es el corazón de piedra de la inflación.
Sorprende que el Banco Central de la República Argentina, una de cuyas funciones primordiales es defender el valor de la moneda nacional, adhiera y opere ese mecanismo cambiario que desordena el equilibrio económico de los sectores productivos y altera la armonía social.
Restaurar el valor de la moneda será lento. Además, social y económicamente resultará traumático.

23/05/2008

Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

N.B.: Se autoriza su difusion

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