La mayoría ciudadana está abrumada por el cúmulo de mortificaciones que diariamente sufre y desorientada por la información que transmite la prensa sobre problemas o escándalos públicos que no se resuelven.
Los que gobiernan, dan palos de ciego, incapaces de superar los problemas. Su perimida ideología o su afán de utilizar el poder para beneficio personal, paraliza toda acción en la búsqueda del bien común.
Los opositores, han sido atrapados por el tema diario, y no ofrecen alternativas sustantivas para restaurar armoniosamente la estructura social.
Hay dos urgencias en nuestra sociedad, que si se resuelven tendrán efecto en este momento y permitirán construir el futuro, y son:
Terminar con la desocupación, recomponiendo el nivel de vida y bienestar de los asalariados y fortalecer la empresa pequeña, mediana y grande, liberándolas de los impuestos que le impiden crecer e invertir. Una fuerte inversión privada es una obligación indiscutible.
Erradicar la corrupción, que destruyó la cultura argentina de respeto a la ley, al orden y a la armonía social. Solo se podrá concretar con la directa intervención de la ciudadanía.
Atender estas urgencias no es negociable, ni debe demorarse.
27/11/06
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar
N.B. Se autoriza su difusión.
Los que gobiernan, dan palos de ciego, incapaces de superar los problemas. Su perimida ideología o su afán de utilizar el poder para beneficio personal, paraliza toda acción en la búsqueda del bien común.
Los opositores, han sido atrapados por el tema diario, y no ofrecen alternativas sustantivas para restaurar armoniosamente la estructura social.
Hay dos urgencias en nuestra sociedad, que si se resuelven tendrán efecto en este momento y permitirán construir el futuro, y son:
Terminar con la desocupación, recomponiendo el nivel de vida y bienestar de los asalariados y fortalecer la empresa pequeña, mediana y grande, liberándolas de los impuestos que le impiden crecer e invertir. Una fuerte inversión privada es una obligación indiscutible.
Erradicar la corrupción, que destruyó la cultura argentina de respeto a la ley, al orden y a la armonía social. Solo se podrá concretar con la directa intervención de la ciudadanía.
Atender estas urgencias no es negociable, ni debe demorarse.
27/11/06
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar
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