Toda acción humana, para dar buenos resultados, debe integrarse con dos elementos, el impulso para llevarla a cabo y el medio para controlar que no se desvíe de su objetivo. La ciudadanía con pensamiento de derecha tiene el impulso de crear, con lo que genera mejores condiciones de vida para el ser humano y para el progreso social. Es la locomotora de la sociedad, pero es imperfecta y si no tiene un mecanismo de corrección, pierde el rumbo y deriva en el desastre.
El barrilete sube a las alturas. Si carece de cola, se descontrola y en uno de sus enloquecidos movimientos cae a tierra y se destruye. La cola de la derecha, es la izquierda o la llamada oposición en los países estructurados institucionalmente.
La filosofía de la izquierda no es la creación, es combatir la desigualdad entre los seres humanos. Va contra la naturaleza biológica del hombre, siempre desigual, y la hace infértil para generar la prosperidad de los pueblos, pero es indispensable para corregir los extravíos de la derecha.
El triunfo socialista en la provincia de Santa Fe, debe alegrarnos. No fue contra aberraciones de la derecha, que hoy está dispersa, sino contra un gobierno populista, maquiavélico, autocrático y corrupto. Cumplió su deber cívico de defender a la sociedad argentina.
10/09/2007
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
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