lunes, octubre 23, 2006

Transporte

El sistema de transporte publico, ferroviario, subterráneo, automotor y aéreo está en franco proceso de deterioro y obsolescencia.
Por motivos políticos viles (ocultando bajo la alfombre la inflación desatada), el gobierno no permite la suba de tarifas. Las consecuencias inevitables de esa política, son: el gobierno subsidia a las empresas; el monto del subsidio lo determina un funcionario, y se abre un espectro de corrupción; el subsidio tiende a cubrir costos operativos, sin considerar la inversión y nuevas tecnologías; sin inversión decae la calidad del servicio a prestar y finalmente sufre la producción regional y la población.
Los subsidios benefician en especial al Gran Buenos Aires, la zona con mayor ingreso per cápita del país, porque si políticamente se gana en esa zona, está asegurado el triunfo electoral nacional. Lo extravagante es que los pobres del interior subsidian a los más ricos del Gran Buenos Aires.
El gobierno está atrapado en sus políticas. El proceso de deterioro ya lo hemos padecido en el país. Debe mejorar el deteriorado ingreso de los asalariados, disminuir la pobreza y desocupación, y sincerarse las tarifas.

23/10/2006

Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

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