El Banco Central continúa comprando centenares de millones de dólares para sostener e incrementar el ficticio tipo de cambio vigente. La política de incrementar la devaluación del peso con las compras, sigue el perverso camino de la devaluación del año 2002, que destrozó la economía y alteró la sociedad.
Los efectos de sobrevaluar el dólar, esquemáticamente son: - producir la transferencia de ingresos de pobres a ricos, maldecida con el nombre de “brecha entre ricos y pobres”; - empobrecer al 70% de la población, destruyendo el poder adquisitivo de los salarios; - generar la espiral inflacionaria de precios y salarios, que el gobierno pretende esconder con el fracasado sistema de fijación de precios máximos; - afectar la capacidad de inversión de la empresa argentina en equipamiento y tecnología internacional; - generar conflictos sociales salariales que el gobierno ensaya recomponer por decreto.
Como el sector beneficiado es el exportador, el Gobierno, por la irracionalidad del tipo de cambio, reincide en la insensatez de las retenciones a las exportaciones tradicionales, que tanto mal hicieron al país, y que se repetirá con la suba de costos internos. En sentido contrario las exportaciones designadas “con valor agregado” reciben reintegros de impuestos. Todo es perverso.
24/7/2006
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar
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