Las estadísticas oficiales informan que el 40,9% de la población vive en la pobreza, lo que es monstruoso en un país rico y que el 15% vive en la indigencia, lo que no tiene perdón. Lo que no informa la estadística es la caída del sector que fue orgullo de Argentina, la clase media, impulsora del progreso, y prosperidad, admirada en el mundo por sus aportes intelectuales y científicos.
Parte de los que conformaban la clase media han caído en la pobreza y el resto está arañando para evitar su caída. Ese resto puede estimarse en el 30/35% de la población, que sumado a los pobres de la estadística, superaría al 70% de la población, cercano a 30 millones de seres humanos, que está sufriendo carencias. Esto es un delito de lesa patria y agravio humano. No es de extrañar que emprendedores y capaces argentinos decidan emigrar de un país que no ofrece futuro.
El gobierno se preocupa por las elecciones para mantener el poder. No le interesa el futuro del país, recuperar el nivel de vida de sus habitantes más pobres ni rescatar a la clase media. Se beneficia con que los habitantes sean vasallos pagos y no ciudadanos con derechos y libertades, atacando la inversión productiva privada.
5/4/2005
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar
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