miércoles, octubre 13, 2004

Dividir las aguas

La estructura política argentina se ha deformado en las últimas décadas, y es nefasta para el futuro. Está constituida por un partido populista mayoritario, que lucha por el poder, con diferentes versiones según el poder del caudillo, mas partidos de izquierda ideológicamente divididos por su grado de socialización. Falta en la estructura la corriente política de derecha, que es la alternativa política.
La derecha ha dejado un vacío político e institucional. Creyendo que infiltrándose en el populismo podría cambiarlo, se equivocó y se autodestruyó. No hay negociación posible ni con el populismo ni con la izquierda. La suerte está jugada y hay que separar las aguas.
La derecha está desquiciada, y sufre los mismos males de los que gobiernan, discrepancias por cuestiones personales y acceso al poder. Ha perdido su mística de engrandecer el país y atender las urgentes necesidades del pueblo.
El pensamiento de derecha responde a la cultura de la mayoría de la sociedad: trabajar para el bienestar general y el propio, respetando la dignidad de las personas. Es la pasión de la derecha, que no debe caer en pactos electorales sin compromiso.

14/10/2004
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar

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