La ciudadanía de Buenos Aires definió que lo que le preocupa es el contexto en que se desarrolla su vida diaria. Este es un mensaje político trascendente. Los habitantes quieren tener control sobre que es lo que hace su Intendente o Jefe de Gobierno. No les interesa la filosofía política. Quieren que la administración funcione y que los servicios que debe prestar, que son la responsabilidad inexcusable del gobierno, cubran sus necesidades. Las declaraciones del candidato triunfante, diciendo que se ocupará de administrar la Ciudad y de resolver los problemas pendientes, sin aceptar interferencias del Gobierno Federal, son una ratificación del nuevo ordenamiento político institucional que necesita el país. La vida de los argentinos debe ser ordenada y administrada por las municipalidades, donde la población sabe con precisión cuales son las necesidades o carencias que sufren. Al Gobierno Federal se le debe prohibir que interfiera en ellas, porque no es su función. El mensaje subliminal es la desilusión ciudadana sobre la acción del Gobierno Nacional, que no resuelve los acuciantes problemas nacionales, la indigencia, la pobreza, las universidades, la inflación, las relaciones internacionales, la defensa, la corrupción y el respeto de la Constitución.
8/6/07
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