En Tailandia el Primer Ministro, populista, autócrata y que amasó una fortuna, fue derrocado con denuncias de autoritarismo y corrupción. En Brasil, el Presidente Lula, socialista, está fuertemente atacado por un escándalo de corrupción. En Hungría, el premier, socialista ex comunista, que amasó una fortuna, ha desatado la violencia popular y piden su renuncia por haber mentido, lo que es apoyado por el Presidente. Esto es de hoy, y casos de corrupción informados anteriormente, jaquean a otros gobernantes.
En nuestro país, el Presidente es populista, autócrata, está rodeado de guerrilleros marxistas, es aliado del socialismo chavista y amasó una fortuna. No ha clarificado el movimiento de los centenares de miles de millones de dólares transferidos al exterior por la provincia de Santa Cruz y existe la sensación pública de corrupción. Organizaciones internacionales colocan al país entre los más corruptos.
La corrupción es el delito mas extendido y grave del país. Trastorna la economía, pervierte la moral, violenta la democracia, genera la inseguridad de la población, destruye instituciones e impide la armonía social.
El pueblo debe encabezar la lucha contra la corrupción, penalizando a los delincuentes en Juicio por Jurados, ya que el gobierno no lo hace.
22/9/2006
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
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