Las agrupaciones políticas que son opositoras al gobierno, están en lucha entre ellas, por diferencias conceptuales o por temas personales de sus dirigentes. Todas quieren terminar con los excesos del gobierno y solo las une Kirchner, el enemigo común, pero esto es irremediablemente insuficiente para la restauración social, cultural, económica y el bienestar del pueblo. En la oposición debe surgir y prevalecer un pensamiento que, basado en la libertad, creatividad y trabajo, supere el empobrecimiento, la corrupción, la deformación del sistema electoral, respete los derechos y modifique la Constitución. La carencia de ese pensamiento impide la recuperación nacional.
El actual gobierno es tan débil como la oposición. La mayoría electoral que tiene, surge de las falencias de la oposición, del poder autocrático, de la compra de votos y dirigentes, del despilfarro, y de falsear la realidad social y económica. Cuando la dura realidad se presente, la dirigencia que apoya al gobierno abandonará el barco como las ratas y la mayoría electoral desaparecerá.
Nada cambiará si no prevalece ese pensamiento políticamente definitorio.
10/7/2006
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar
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