UBA

La universidad, para prestar el servicio de transmitir a nuevas generaciones los conocimientos de la civilización, requiere: un cuerpo de maestros sobresalientes y una logística para que los maestros puedan cumplir su cometido. La logística comprende el orden estudiantil, instalaciones, exigencias, prever necesidades, resolver conflictos, armonizar el trabajo y controlar su cumplimiento.
Pedir a un decano, neurólogo, economista o físico matemático que organice la logística, es apartarlo de su función de dirigir y controlar los maestros y encargarle una tarea para la que no está capacitado. Los tres claustros: profesores, egresados y alumnos, han mostrado su ineptitud en esta materia. La responsabilidad logística debe encomendarse a una ONG con espíritu de servicio, como es experiencia en otros países.
La UBA no puede justificar su deterioro por el bajo nivel de enseñanza secundaria ni falta de presupuesto. Solo debe inscribir a los alumnos bien calificados. Alumnos, docentes y no docentes, suman más de trescientos mil, sin orden ni control. Es un organismo elefantiásico. Con su estructura actual, es irrecuperable.

1/10/2004
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
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