Los argentinos están empobrecidos en la comparación mundial, lo que genera repetitivos conflictos sociales urgentes, que postergan los temas importantes para construir un futuro de prosperidad. Es el cortoplacismo para remediar problemas acuciantes sin resolverlos.
La pobreza no tiene solución en el corto plazo: solo se resuelve con esfuerzo y tiempo. Los políticos que ofrecen a los pobres sacarlos de su situación mediante planes sociales, subsidios estatales o distribuyendo los ingresos (sacar a unos para dar a otros), saben que son mentiras de patas cortas para conseguir votos.
Para eliminar la pobreza, los argentinos deben ineludiblemente triplicar las exportaciones, lo que requiere inversiones, trabajar duro más de una década y ser creativos. Cualquier otro plan es una utopía.
Dr. Marcelo Castro Corbat
Centro Segunda República
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