La educación es un servicio que la ciudadanía reclama que sea eficiente. La administración estatal ha caído en un pozo de ineficiencia y corrupción, males transmitidos al servicio de educación, que además se ha politizado, lo que es irracional y se ha corporativizado impidiéndole evolucionar. La educación estatal está indefensa.
Huelgas, 18,1% de alumnos secundarios que repiten el año, docentes atacados en su autoridad, rechazos masivos en exámenes de ingreso a algunas facultades y la desorbitada Universidad de Buenos Aires, ejemplo de descontrol, con cientos de miles de alumnos que se eternizan en las facultades, algunos haciendo política sin estudiar, y con decenas de miles de docentes y no docentes, son muestras del desorden educativo, institucional y financiero, pagado por sectores empobrecidos de la sociedad. Nadie combate su creciente deformación. Es un caos de indisciplina.
Ante la incapacidad del Estado, los padres de alumnos deben tener una activa participación en la administración de los establecimientos educativos, control de resultados de la enseñanza y defensa de los docentes. Es un tema gravísimo que no se puede dejar en manos de la burocracia estatal ni aceptar su politización. Es una responsabilidad civil. La docencia debe ser revalorizada para recuperar la Nación.
20/12/2005
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
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Centro Segunda Republica
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