Para atender las necesidades de la población hay que aumentar la inversión en los sectores productivos, de servicios y en infraestructura, en ciencia y tecnología y en bienes sociales, educación, salud, vivienda, agua potable, etc. Con el actual nivel de inversión en Argentina es imposible responder adecuadamente a los crecientes requerimientos de la sociedad.
Expresar que con ese nivel de inversión nacional nuestro país pueda recuperar las décadas perdidas, salir del estancamiento y mejorar los salarios es un delirio. Se agrava el problema con la ideología de la mayoría de los dirigentes políticos - que no representan al pueblo, usándolo en contubernios - que sostienen que las políticas de inversiones son una responsabilidad indelegable del Estado y que para justificarlas mienten y deforman la realidad.
La deficiencia intelectual de esos dirigentes es desconocer que el Estado Nacional es un organismo enfermo y corrupto, que requerirá décadas para ordenarse; que el déficit de inversiones se agravará; que acrecentar las inversiones no es una cuestión ideológica sino una urgencia social coyuntural y de proyección futura; que ante la falencia del Estado, deben aprovecharse las energías del sector privado, disponiendo que las inversiones pagadas en efectivo sean computadas como pago a cuenta del impuesto a las ganancias.
Creer que sin inversiones la sociedad mejorará, es vivir en el limbo.
2/12/08
Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar
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