No por sabido, debe dejar de repetirse que la desocupación produce trastornos anímicos a los desocupados, les impide capacitarse en el trabajo elevando su nivel salarial, los mantiene en la indigencia y no permite el crecimiento de la economía. Es una grave crisis social y para ocultar este mal, el gobierno da al pueblo migajas. En lenguaje popular les tira huesos para entretenerlos, sin resolver la crisis.
La solución pasa por la inversión privada productiva y en servicios, estimándose el monto necesario en 200.000 millones de pesos. Si se pretende que Argentina se acerque al pelotón de los 20 países de mayor ingreso per cápita, el monto debería duplicarse. Bajar la desocupación al 5%, aun invirtiendo, requerirá no menos de 5 años. La única fuente de capitales para invertir es eliminar o compensar financieramente los impuestos que directa o indirectamente impiden la formación de capital e inversión. Los impuestos secan la inversión. Se ignoran las ideas del gobierno, salvo que busca tener apoyo político electoral dilapidando el capital de los argentinos en vergonzantes planes sociales y corrupción, manteniendo los pobres en la indigencia.
Debemos, como pueblo, obligar al gobierno a modificar su nefasta política.
21/7/2005
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
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Centro Segunda Republica
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