El dicho español “el perro del hortelano ni come ni deja comer al amo” expresa la presencia de factores que paralizan la actividad humana. Ese dicho es aplicable al Estado argentino, que no resuelve los problemas urgentes ni encamina la solución de los futuros y además impide que el pueblo intervenga para remediarlos.
El despotismo del Gobierno Federal esta penetrado por la incapacidad, ineficiencia y corrupción, y estos deterioros son incorregibles en el mediano plazo por las políticas que se siguen implementando. Como el Gobierno Federal es un rector y ejemplo a seguir, muchos gobiernos provinciales han caído en el mismo deterioro.
Corregir las falencias existentes con mayor intervención estatal es una fantasía. Es persistir en el error. La esperanza de cambio está en el pueblo, que con su trabajo y esfuerzo logrará recuperar el país. La administración estatal es irrecuperable; debe dar un paso al costado, dando libertad a la previsión y creatividad de los ciudadanos.
El tema es político, porque el Gobierno necesita que exista la pobreza para tener vasallos políticos electorales, enfrentar a los sectores sociales y asegurarse continuar con el poder. Esta realidad presenta un porvenir de decadencia, pobreza e indigencia.
6/6/2005
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
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