Los Gobiernos que restringen la libertad creativa del hombre e impiden la prosperidad ciudadana, son rechazados por la sociedad y finalmente caen, sin importar si tienen la suma del poder público.
En Rusia, la tiranía del comunismo soviético se inició en 1917 y cayó en 1889 con dos expresiones: “perestoika” (descentralizar el gobierno, liberar la economía y el mercado) y “glasnost” (transparencia informática vinculada con la libertad). Se necesitaron 72 años.
En Argentina, la dictadura de la “Justicia Social” o Justicialismo, se inicia en 1943 e hizo caer el ingreso de la población a menos de la tercera parte del de los países que más progresaron en el mundo. En 2012, 69 años después, la sociedad se rebela contra el gobierno actual. Estamos cerca.
La diferencia entre ambos países es que en Rusia, muerto Stalín, se definieron las prioridades nacionales, y en Argentina la dirigencia opositora no acuerda las prioridades nacionales. Echar al Gobierno no es ni política ni internacionalmente viable y se repetiría el fracaso del año 1955, con todos enfrentados. Sin tener un rumbo claro, el país seguirá a los tumbos.
Las prioridades nacionales son: a) invertir para producir bienes y servicios exportables, aumentar los salarios y absorber la pobreza; b) combatir la corrupción y c) reordenar institucionalmente el país.
Dr. Marcelo Castro Corbat
Centro Segunda República
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NB: Si vive en Argentina necesitamos recibir su opinión. Si coincide, difúndalo.
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