Argentina es un ejemplo mundial de fracaso institucional y político, derivado del mantenimiento de estructuras perimidas de la época colonial y de la grotesca copia de modelos extranjeros. Es una acumulación de errores.
El absolutismo colonial se sostenía con los impuestos de la Aduana de Buenos Aires. Los gobiernos patrios hasta 1853, mantuvieron el sistema. La Constitución de 1853/60 plagió con errores la de Estados Unidos. Creó el presidencialismo que sin limitaciones viola la Constitución – su poder se basa en los impuestos nacionales – violentó las autonomías provinciales – produjo la macrocefalia del gobierno central y la pobreza del interior y creó el germen de la intervención del Estado en la vida ciudadana. En 1913 el derecho de voto se convierte en obligación con penalidades. En 1930, se plagia el estatismo como política anticrisis.
En 1945 se plagia el sistema corporativo. En 1957 se plagia la ficción del Estado de Bienestar incluyendo el Art. 14 bis en la Constitución. En 1994, la reforma Constitucional convierte al Senado en una segunda Cámara de Diputados, empeora el presidencialismo, copia leyes internacionales, la Nación entorpece los gobiernos provinciales apropiándose de impuestos y facultades. La nueva cultura estatizante ignora los derechos y libertades.
La rígida estructura institucional impide ordenar políticamente el país.
10/11/2008
Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar
N.B: Se autoriza su difusión
El absolutismo colonial se sostenía con los impuestos de la Aduana de Buenos Aires. Los gobiernos patrios hasta 1853, mantuvieron el sistema. La Constitución de 1853/60 plagió con errores la de Estados Unidos. Creó el presidencialismo que sin limitaciones viola la Constitución – su poder se basa en los impuestos nacionales – violentó las autonomías provinciales – produjo la macrocefalia del gobierno central y la pobreza del interior y creó el germen de la intervención del Estado en la vida ciudadana. En 1913 el derecho de voto se convierte en obligación con penalidades. En 1930, se plagia el estatismo como política anticrisis.
En 1945 se plagia el sistema corporativo. En 1957 se plagia la ficción del Estado de Bienestar incluyendo el Art. 14 bis en la Constitución. En 1994, la reforma Constitucional convierte al Senado en una segunda Cámara de Diputados, empeora el presidencialismo, copia leyes internacionales, la Nación entorpece los gobiernos provinciales apropiándose de impuestos y facultades. La nueva cultura estatizante ignora los derechos y libertades.
La rígida estructura institucional impide ordenar políticamente el país.
10/11/2008
Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar
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