Los subsidios, como mecanismo de política electoral para ocultar errores en la conducción del país, son disposiciones arbitrarias, corruptas e injustas. Se otorgan mayoritariamente en el conurbano bonaerense, que es decisorio en elecciones presidenciales, y la zona de más altos ingresos del país. Los pobres del interior, que ganan la tercera parte de los empobrecidos del conurbano, al comprar alimentos y vestimentas, pagan impuestos, usados por el gobierno para subsidiar al conurbano. El interior no recibe los subsidios otorgados al conurbano. La corrupción política decide los subsidios, buscando con ellos ganar elecciones para mantenerse en el poder.
Se otorgan a sectores que tienen aproximación con el poder, los que se comprometen a apoyar sus políticas, aunque todos saben que el compromiso tiene pies de barro y consiguientemente carece de firmeza.
La corrupción tiene otros dos momentos para expandirse. El primero es cuando el gobierno dispone otorgar los subsidios. Como es una entrega gratuita de dinero, los beneficiaros tienen que recompensar con algo el regalo recibido. El segundo es cuando el funcionario a cargo del pago de los subsidios, dispone a su criterio, arbitrariamente, cuanto se paga y a quien.
Es una trama que seguirá destruyendo nuestra cultura, valores sociales y el sentido de unidad nacional.
Los subsidios fracasarán como mecanismo de defensa del bienestar del pueblo, y producirán a mediano plazo, una nueva caída en el nivel de vida.
27/4/07
No hay comentarios.:
Publicar un comentario