El avance de la sociedad siempre es conducido por los mayores, que transmiten los conocimientos acumulados y los valores culturales para lograr la armonía social, el progreso y la dignificación del ser humano. Se preocupan en la formación de los jóvenes, delegándoles la responsabilidad de ser los ejecutores en la permanente construcción de nuestro mundo.
Los mayores han sufrido las vicisitudes inevitables de la vida y saben: lo efímero que son los triunfos y los fracasos; que nada se consigue sin esfuerzo y tenacidad; que no hay verdades absolutas en la siempre cambiante organización social; que no hay que herir al que piensa distinto; que la mayoría ciudadana son personas honestas, defensoras de los valores culturales, pero que siempre habrá delincuentes; que la convivencia exige respetar esos valores y que su violación genera reacciones violentas. Son valientes, no se acobardan ante amenazas ni ante la muerte, gozan con el contacto humano, y no los perturba la urgencia diaria. Son seres espiritualmente libres.
Los mayores no se sienten disminuidos por no poder correr como un joven; lo aceptan y se alegran de que triunfen. Lo contra natura es que los jóvenes pretendan enseñarles a sus maestros naturales, por ser ágiles, musculosos y de rápidos reflejos. Los que así piensan están perturbados.
22/12/09
Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar
www.segundarepublica.blogspot.com
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2 comentarios:
Quería avisar que le envié un mail y no llegó a destino por estar la casilla sobrecargada.
Saludos
Martín,
Estuvimos fuera 2 semanas. Si puedes reenviarnos el mail te lo agradeceremos. Muchas gracias por comunicarte con nosotros.
Atte.,
Guillermina
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