La percepción pública es que la Presidenta ha perdido apoyo político y que nada hace prever que las decisiones que está tomando redunden en el bienestar general. El problema es de falta de idoneidad para el cargo.
En el sistema Presidencial la carencia de idoneidad no es políticamente demostrable ni suficiente para que el Congreso pueda destituir a la mandataria, lo que la convierte en inamovible hasta nuevas elecciones. Ningún bloque legislativo ha iniciado una causa de destitución por mal desempeño.
En el Congreso, la mayoría que tenía el Gobierno se está desgajando y en las elecciones legislativas de octubre/09 se afirma que quedará en minoría, con lo que se arriesga un enfrentamiento entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo que será paralizante para el país, en momentos críticos nacionales y mundiales.
Si Argentina adoptara el sistema Parlamentario, dónde el Congreso es la autoridad suprema, ese riesgo político no se produciría, porque el Jefe de Gobierno (Presidente) habría sido destituido por el Parlamento sin quiebre institucional, ni golpes de palacio.
Entre los temas para asegurar el futuro de la Nación, la armonía política y el bienestar de los habitantes, está el reemplazo del sistema presidencial por el parlamentario.
12/03/09
Dr. Marcelo Castro Corbat
segundarepublica@fibertel.com.ar
NB: Valoramos recibir su opinión.
En el sistema Presidencial la carencia de idoneidad no es políticamente demostrable ni suficiente para que el Congreso pueda destituir a la mandataria, lo que la convierte en inamovible hasta nuevas elecciones. Ningún bloque legislativo ha iniciado una causa de destitución por mal desempeño.
En el Congreso, la mayoría que tenía el Gobierno se está desgajando y en las elecciones legislativas de octubre/09 se afirma que quedará en minoría, con lo que se arriesga un enfrentamiento entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo que será paralizante para el país, en momentos críticos nacionales y mundiales.
Si Argentina adoptara el sistema Parlamentario, dónde el Congreso es la autoridad suprema, ese riesgo político no se produciría, porque el Jefe de Gobierno (Presidente) habría sido destituido por el Parlamento sin quiebre institucional, ni golpes de palacio.
Entre los temas para asegurar el futuro de la Nación, la armonía política y el bienestar de los habitantes, está el reemplazo del sistema presidencial por el parlamentario.
12/03/09
Dr. Marcelo Castro Corbat
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